Zohan: licencia para peinar
DENNIS DUGAN y ADAM SANDLER vuelven a juntarse tras un papa genial y os declaro marido y marido. Acompañados por el GIGOLO ROB SNEIDER, y JHON TURTURRO que vuelve a otro papel alimenticio tras TRANSFORMERS, supongo que los papeles alimenticios se ceban en todo intérprete.¿Saben? Si me hablan de actor de comedia, pondré buena cara con STEVE CARRELL, un tipo que con solo salir en escena tiene el don de arrancarte la sonrisa. ADAM SANDLER es cómico más por acoso y derribo que por puro talento. En sus filmes a base de acumular cuarenta chistes por minuto, alguno termina haciéndote gracia, lo bueno es que su papel serio en embriagados de amor fue para quitarse el sombrero. Quizas este hombre se equivoque de registros o le da igual mientras sume ceros en su cuenta corriente.
Que en el guión además del actor se encontrara el autor de virgen a los 40 o lío embarazoso JUDD APATOW me daban ciertas esperanzas. Mejor no tenerlas, pues no solo nos encontramos ante un despropósito de caca, peo, culo, pis………… un humor ciertamente escatológico y grotesco. Lo peor es que se toma a modo de bufa la crisis de oriente medio, presentando un súper agente convertido en maquina de matar y también de follar alegremente con toda rubia despampanante que se pasea por pantalla. La dirección de DUGAN es tan estéril como acostumbra, técnicamente satisfactoria algo normal teniendo en cuenta su notable presupuesto. Un insulto al espectador, una basura despreciable que se hace llamar cine, unos chistes pasados de rosca. Los personajes son tan ridículos y sin gracia que duele ver a Turturro haciendo de terrorista.
No se avergüenza en su deseo de extraer risas de cualquier posible grieta de buen gusto o decoro. Es un himno a la vulgaridad. A ver si aprenden de súper agente 86, verán lo que es humor bien realizado y un verdadero cómico.
Lo mejor: Técnicamente bien realizada.
Lo peor: Todo y encima tomarse un conflicto muy serio a chufa.