Sólo ante el peligro
Un plano de Lee Van Cleef (la primera vez, en toda su carrera, que salía en pantalla este carismático actor) esperando a alguien, amenazante y con una canción de fondo muy conocida de Dimitri Tiomkim (“Do Not Forsake Me, Oh My Darlin’”, que ganó el oscar) es el arranque de uno de los mejores western de la historia.Fred Zinnemann da una vuelta de tuerca –la más importante- a un género que se agiganta con este filme. Realmente confirma lo iniciado con El Pistolero (The Gunfighter de Henry King, 1950): que las películas del Oeste podían tener un empaque distinto y profundizar mucho más en el interior de los personajes. Que nadie se espere tiroteos, duelos, indios, caballería y cosas por el estilo. Lo que hay que hacer es sentarse y disfrutar de un largometraje cuyo tiempo diegético es igual al tiempo real, es decir la duración de la película (80 minutos) corresponde a la duración real de la acción para que el espectador se haga partícipe de la angustia del personaje principal: un sheriff al que le quedan minutos para enfrentarse, el solo, a una banda de delincuentes, y todo esto en el día de su boda. Zinnemann “cronometra” la acción continuamente con planos detalles de los distintos relojes de pared, o con ellos en el fondo del plano, utilizando con buen criterio la profundidad de campo.

Pero además tenemos la increíble interpretación de Gary Cooper (otro oscar) y de una casi debutante Grace Kelly, que está magnifica. Aquí el héroe tiene miedo, y se nota. El sudor, la mirada preocupada y la angustia así lo reflejan. Dicen que la falta de maquillaje -y la úlcera sangrante que Cooper tenía que soportar- ayudaron bastante en la interpretación.
Zinnemann colabora con el perfecto registro de la estrella con planos generales en picado donde el sheriff deambula por las desiertas calles en busca de una ayuda que nunca llega. Consigue transmitir el desasosiego que padece el agente de la ley; la misma desazón a la que tenían que enfrentarse los perseguidos por el HUAC (Comité sobre Actividades Antinorteamericanas) cuando eran abandonados por sus amigos y familiares. Y es que esta cinta es un homenaje a todos ellos.
Imprescindible.