Alta Tensión
Dotado de un salvajismo sanguinario extremo, este slasher de Alexandre Aja produce tensión de manera inequívoca pero irregular. La película tiene un arranque prometedor, un desarrollo bastante correcto, con escenas malsanas, crueles, desagradables, propias de una mente desquiciada y enferma. Básicamente, es toda una desesperada lucha por la supervivencia.
Lamentablemente, los deseos de entregar una obra diferente acaban convirtiéndose en el peor lastre del film y, gracias (es un decir), a su sorprendente final, todo lo que habíamos visto hasta el momento se va al garete. Y gracias a esa maldita sorpresa, la película se convierte en uno de los títulos más estúpidos e incongruentes de los últimos años.
Y es que, si vas a elaborar un film tan complejo, asegúrate de que todo cuadre y procura justificar la mayoría de secuencias de la mejor manera posible, no soltando cabos, como hace este pretencioso producto.