Boogie nights
La industria pornográfica nace de la relajación de los sistemas legislativos en los setentas junto con sex shop y otros asuntos relacionados. Un intento en mostrar los genios que estaban detrás de la cámara y de la vida de muchos de sus protagonistas frente a ella exhibiendo el pasos gloriosos de una industria que posteriormente se vino abajo en calidad por culpa de la revolución del video donde cualquiera podría filmar con bajo presupuesto es lo que se presenta en pantalla en un film de más de dos horas que pasan volando gracias a la atrevida puesta en escena con exquisita edición que le brinda un relato trepidante acompañado de un reparto de lujo con Burt Reynols, Julianne Moore y Don Cheadle, entre otros. No es una película para ver en familia pero que maravilla es gracias a su cuidada ambientación de época con un humor negro, muy divertida y totalmente original. La cinta paralelamente atraviesa la época disco, 1977-84, pic ofrece una exploración visualmente impresionante de la industria del entretenimiento para adultos, centrado en un núcleo duro de traje de la película, cuyos miembros forman una unida familia que gira en torno a esta industria que tenia sus códigos. La historia sigue el ascenso y caída de Eddie Adams (Mark Wahlberg), un adolescente sin educación que trabaja en un popular club nocturno de San Fernando Valley. Es descubierto su potencial que le otorga sus generosa anatomía por Jack Horner (Burt Reynolds), un productor de porno éxito, es atraído a una prometedora carrera en la industria del entretenimiento para adultos. Ingenuo y crédulo, se sumerge de lleno en el nuevo mundo, que ofrece una familia sustituta y el estilo de vida seductora de sexo, la música de las drogas que lo llevan a ser un mito y ganar varias veces el Oscar porno.Su nombre artístico será desde entonces Dirk Diggler cuya vida sigue esta inquieta cámara donde pululan una serie de personajes ligados a este mundo y varias historias paralelas, alguna emotivas, que giran en torno a este universo fascinante y bien desconocido de las películas pornográficas. Un gran film que no se puede obviar y que hace de Anderson, un intermitente, pero gran director que ha aportado mucho al lenguaje cinematográficos desde los noventas en adelante.