La ley de Randado (Border Shoutout)
Un honrado ranchero de un pequeño pueblo de Arizona, cercano a la frontera con México, decide acatar la ley en el lugar, que se ha vuelto muy conflictivo al ser tiranizado por el hijo del fundador de la ciudad, un rico ganadero acostumbrado a satisfacer cualquiera de sus caprichos. El sheriff deberá, entre otros menesteres, luchar por limar los enfrentamientos entre la Ley y los ciudadanos, que han vuelto a aflorar tras un linchamiento.
Muy entretenido western, que extrañamente no conoció distribución comercial en España (en salas grandes).
Supongo que fue porque en aquella época, no tan lejana, las pelis del oeste no estaban precisamente en su mejor momento, aunque la brillante y espectacular irrupción de "Bailando con lobos" reflotaría un género en aquellos instantes prácticamente ahogado en el olvido.
"La ley de Randado" es francamente disfrutable, con un Glen Ford, muy viejo, sí, pero en forma para darle al gatillo presto y raudo. De agradable visión, su guión, obra nada menos que de Elmore Leonard, denota un sabio estudio de la justicia y el sentido del deber, así como la necesidad de buscar la justicia en situaciones casi imposibles de lograrlo y los esfuerzos y dudas de las buenas gentes de lugar para conservar su dignidad.
"Secundarios" de lujo como Michael Ansara, junto a actrices emergentes como la muy bonita y sensual Charlene Tilton, que parecía llegaría muy lejos y, al menos, no ha llegado a la fama, conforman un mosaico de personajes bien perfilados. No se trata de un excelente western, pero sí de una cinta muy entretenida que cumple sobradamente su misión de hacer pasar un muy rato y que denota una seriedad, muy alejada de los toques paródicos en el que había caido no muchos años atrás.