Voces inocentes
Luego de tres años de retraso llega esta película mexicana, dirigida por Luis Mandoki y ambientada en los ochenta en El Salvador, Nicaragua, durante los enfrentamientos entre el ejército y la guerrilla. En una época de violencia, Chava, con sus once años, trata de sacar adelante su familia y de escapar del ejército, que busca a él y a sus compañeros para alistarlos para la guerra. Todo a su alrededor es ruinas, desolación y muerte. La dirección de Mandoki le imprime la fuerza necesaria a este drama, con una acertada puesta en escena, efectos especiales que colaboran con el clima trágico que se describe, y escenas memorables, como el violento encuentro entre los niños y un compañero de ellos alistado en el ejército.
Las actuaciones aportan lo suyo, destacándose la excepcional interpretación de Carlos Padilla (Chava), quien carga al hombro con todo el peso de su personaje, claro símbolo de la pérdida de la inocencia, a quien los hechos lo llevan a crecer de golpe. Un film duro, difícil de ver, pero necesario. Tarde se han acordado de estrenarla, pero bien vale su estreno, una buena oportunidad para acercarse a una película que refleja la cruda realidad latinoamericana, que aún sufre las secuelas de la violencia militar.