Cuestión de pelotas
Cuestión de pelotas es una comedia tibia. Es raro ver casos así en la comedia americana, caracterizada por sus tintas cargadas al máximo, y su multiplicidad de gags por segundo. Su tono cuasi monocorde se asocia más con el rostro imperturbable de Billy Bob Thornton que con las morisquetas de Seann William Scott. De hecho, Scott está mucho más contenido aquí que en películas como American pie o Colega, ¿dónde está mi coche? Sí, Scott maduró y aquí interpreta a un famoso escritor de libros de autoayuda, completamente alejado de sus personajes de adolescente estúpido. Pero también debió contenerse para establecer buena química con Billy Bob, quien naturalmente se devora la película.
Del elenco también se destaca Ethan Suplee, en un personaje excesivamente similar al que interpreta en la serie “Me llamo Earl”. Sin embargo, el resultado deja ver una serie de gags calcados de muchas otras comedias, y los personajes en sí tienden a verse inacabados, salvo el del bruto profesor Woodcock, lo cual repercute en el desarrollo de las situaciones cómicas. La sencilla melodía que se repite constantemente, cual leit motiv de la película, también colabora en subrayar su tono tibio. Cuestión de pelotas cuenta con muchos elementos con los cuales uno puede identificarse, y nunca deja de ser simpática y graciosa, aun en su repetición, pero le faltan varios trazos para acercarse a los ejemplos más completos y característicos de la nueva comedia americana.