Bienvenidos a zombieland
Una de las grandes triunfadoras del pasado festival de cine fantástico de Sitges, esta simpática comedia de zombis, genero, al que últimamente me he hecho adicto por las novelas de Max Brooks (que recomiendo encarecidamente su lectura porque son un “pasote”) , y en la que en los primeros compases de la cinta parece hacer un guiño a la primera de ellas (con las normas que hay que tener presente para defenderse de los zombis), consiguió el premio del público y que, sin hacer mucho ruido se haya convertido en una cinta de culto.
De ejercicios simples algunas veces salen grandes películas, que sin echar mucha carne en el asador consiguen lo que ya he dicho, que sean grandes comedias, y consigan en el público hacer mella. Y es que ZombieLand lo consigue sin alterarse demasiado, un guión fácil, situaciones vistas en muchas cintas de género y unos personajes de los que es fácil encariñarse, especialmente me quedo con Columbus y Tallahasse sobre todo porque Woody Harrelson se redime en cada min. de metraje que pasa. ¡Qué el solo quiere comerse un Twinkie, señor@s!
En fin, no me voy a alargar mucho, pero es de esas cintas que uno puede disfrutar una y mil veces sin decepcionarse lo más mínimo, que sabe reírse del género con acierto, y burlarse de las cintas de Zombis en repetidas ocasiones sin llegar a mostrar carencias; bueno si, un parón en su ritmo hacia la mitad de la cinta, que afortunadamente logra “remontar” en su tramo final en el parque de atracciones, donde consigue convertir la película en una matanza/orgía de casquería zombi.
Muy pero que muy divertida (y recomendable).