Medidas extraordinarias
Protagonizada por Brendan Fraser en uno de esos papeles en los que no estamos acostumbrados a verle (para mí Fraser siempre será George de la jungla, ejem ejem), Medidas extraordinarias nos cuenta la historia basada en hechos reales de un padre que hará todo lo posible por conseguir encontrar una cura para la enfermedad de sus hijos, a los que los médicos no dan más de un año de vida. En su búsqueda se encontrará con un científico un tanto peculiar (Ford) que dice haber encontrado una enzima que puede detener el avance de la enfermedad de los niños. Desde ese momento, y creyendo plenamente en lo que el científico le dice, ese padre de familia tendrá que recaudar fondos, luchar contra los intereses de las compañías involucradas en el desarrollo de la enzima y conseguir finalmente salvar (o no, esa es la cuestión de la película) a sus hijos.¿Suena a guión para un telefilme? Así es. La película tiene el aspecto de una película de sobremesa, de esas que ponen a las cuatro de la tarde en la televisión los fines de semana. Sólo se puede salvar por ver a Harrison Ford en acción, y ni eso, su interpretación aquí tampoco será reseñada en su carrera cinematográfica. A Fraser, con su trayectoria, lo siento, pero no me lo creo. La historia quiere llegar a nuestros corazones pero nos deja con una extraña mueca de indiferencia. Un drama endulzado que no llega a convencer.
Ford dijo que esta película no tiene moraleja, no hay una lección que sacar de ella. Cierto; pero es que tampoco entretiene. Sólo me gustaron las canciones que escuchaba el científico interpretado por Harrison Ford. Flojita; demasiado nombre en el cartel para lo que es.