Con ritmo pausado se presenta esta cinta gala acerca de una matriarca que deja a sus tres hijos la tarea de la sucesión de una hermosa casa y valiosas obras de arte y muebles. El reparto lo encabeza la bella Juliete Binoche y dirige Olivier Assayas
Las horas del verano (l’heure d’été )
Una propuesta simple que gira en torno a una enorme y valiosa casa llena de obras de arte que queda a la deriva tras la muerte de su dueña. Sus tres hijos herederos que empinan sobre los cuarenta años son Adrienne (Juliete Binoche), una diseñadora con éxito en Nueva York; Frédéric (Charles Berling), un economista y profesor universitario en París; y Jérémie (Jérémie Renier), un hombre de negocios asentado en China, deberán enfrentarse a los recuerdos de su niñez, los afectos entre si, sus orígenes y su particular visión del futuro.La casa tiene una excepcional colección de arte del siglo XIX que perteneció a su tío que fue amante de su madre que ahora esta a cargo de ella. Los tres hijos se verán obligados a entenderse y a limar sus diferencias con respecto con el destino de la casa y la obras que forman parte de ella. La matriarca en la celebración de su cumpleaños utilizó la reunión familiar para tener una conversación franca especialmente con Frédéric, a quién considera el líder de la familia para transmitirle acerca de cómo distribuir las obras después de su muerte. En lugar de venderlos poco a poco, ella quiere que se conserven como una colección privada en un museo. Pero ni Adrienne y Jérémie viven en Francia, por lo tanto tienen escasos nexos y deseos de mantener la casa colocándose rápidamente de acuerdo y a regañadientes Frédéric deberá a ceder ante la inminente venta donde se irán muchos recuerdos lo que genera imprevistamente mas de algún conflicto que son limados con diplomacia por los hermanos que se quieren.El tema de que hacer con el legado de los padres es un tema transversal a cualquier nacionalidad y estrato social. Se han visto verdaderas guerras entre hermanos por hacerse cargo de la sucesión, acá hay un cierto relajo ante la tensa calma en temas que son bastante fuertes los que trata la cinta pero con una sutileza que brinda los actores y el ritmo pausado de su director. La película está llena de tranquilidad y tristeza estado de ánimo melancólico. Lo reprochable tal vez proviene de la visión del realizador que ahonda mucho más en la casa misma que en la muerte de la matriarca de la familia centrando el sentimiento de perdida más bien en la venta de esta. Una bella fotografía y lento recorrido de la cámara en la casona son las constantes de una película donde los actores tienen un rol muy naturista y despreocupado al momento de entrar a escena dejando una impresión de estar al frente de una familia verdadera y no caricaturizada.