Copying Beethoven
Hay una premisa básica que creo imprescindible enunciar para empezar a comentar un biopic musical y clásico: la potencia emotiva de la música clásica. Sinfonías, fugas, sonatas y demás piezas, sobre todo cuando son concebidas por genios y sobreviven al paso del tiempo, son un material muy atractivo para realizar una película con la selección musical bien resuelta. Y con ello ya se ganan puntos.Amadeus fue una de esas películas que puso de moda algo clásico, recuperó el glamour de una época y una figura genial, con sus luces y sombras. Y en el caso de Beethoven, con algo menos de presupuesto, se consigue lo mismo, pero con una historia orientada en otro sentido: la relación de Ludwig con una joven copista con aspiraciones de compositora, Anna.
Ed Harris y Diane Kruger, excelentemente escogidos para sus papeles, realizan un atractivo y potente trabajo. Y aunque Harris tenía todas las de ganar con su recreación, Kruger, con una mezcla portentosa de belleza y talento consigue arrebatarle el protagonismo y empatizar mucho más con el espectador.
Los componentes religiosos no se obvian, sino que además tienen una fuerte base en los diálogos y en la concepción de los personajes. El componer obras maestras y no poder apreciar cómo suenan debido a una sordera es uno de los grandes castigos que puede sufrir un auténtico apasionado de la música. Por eso vemos a un Beethoven atormentado y emocionalmente analfabetizado que va recuperando la cordura con una joven copista que aporta a su vida la cantidad justa de fuerza y fragilidad; tiene el talento suficiente para poder trabajar con él, tranquilizarle y decirle lo que no quiere escuchar.
Y como en toda relación en la que se da lo necesario y no se escatima lo imprescindible, ambos personajes se ven unidos en una pasión, pero nunca amorosa: una pasión musical. Y casi religiosa. Al contrario que Mozart, Beethoven se nos muestra como un auténtico devoto de la música como instrumento celestial para traer la gloria a la tierra. Creencias aparte, consigue traer gloria a nuestros oídos con tan portentoso talento musical.
Copying Beethoven es una modesta película biográfica, con grandes momentos musicales y con una pareja protagonista en estado de gracia.
Lo mejor: Diane Kruger.
Lo peor: Harris a veces pasado de rosca.