An American Crime
Dos filmes notables presentaron los mismos hechos en el mismo año, estrenados en Sitges causando la conmoción ante su espeluznante argumento, sin duda lo peor es que se trata de una historia totalmente verídica. Por un lado la más descarnada THE GIRL NEXT DOOR presentaba con todo lujo de detalles el calvario de la triste protagonista. La que nos ocupa rebaja un poco las escenas tortuosas apostando por el procedimiento del juicio y los datos que se manejaron en la condena de la monstruosa GERTRUDE.Lo primero que extraña es el director de la cinta TOOMY O HAVER, que hasta el momento se dedicaba a comedias blandas como Encantada. Para el reto cuenta con dos magníficas actrices. Por un lado la amiga de capote CATHERINE KEENER y por otro la protagonista de JUNO ELEN PAGE, además nos encontramos al comparsa de SPIDERMAN JAMES FRANCO.
Más allá de calidad del filme, estupendo en todos los sentidos, tanto en las interpretaciones, técnicamente inmaculada donde sobre sale la gran banda sonora, el enorme vestuario retrata a la perfección la época de los acontecimientos, la fotografía refleja perfectamente la sordidez de ese sótano de los horrores.
Pues con todas esas virtudes que no son pocas, destacaría la valentía de la propuesta que nos adentra en ese universo católico de grandes creencias para justificar un crimen, esa doble moral americana que excelentemente es retratada. El mal en estado puro sin mecanismos de defensa, niños que solo se divierten con la tortura ajena, vecinos que saben lo que pasan pero que no dicen nada. Todo ello es reflejado con frialdad cirujana, moviendo las tripas del espectador más curtido. Tal vez ese final feliz tramposo termine quitando fuerza a lo sobrecogedor, aunque la vuelta a la realidad es simplemente un golpe brutal. Un filme valiente, diferente y arriesgado aunque no para corazones sensibles.
Lo mejor: Las dos protagonistas, el guión, la excelente dirección.
Lo peor: La trampa en la parte final.