Malditos bastardos
Tenía motivos más que suficientes para no ver esta película. Los últimos films de Tarantino eran una tomadura de pelo soberana. Pero me animé a verla. Y creo sinceramente que Tarantino ha vuelto a demostrar el talento que le ha dado la posición que le ha llevado hasta hoy.
Malditos bastardos peca de longitud (le sobra algo menos de una hora), de estructuración típica tarantiniana y de diálogos absurdos y superfluos. Bien es cierto que lo primero es una costumbre que ha cogido con el tiempo, por que sus films no duraban tanto. No tenía tanta pasta. Tenía que hacer una peli al uso.
Pero debo confesar que tenía sensaciones encontradas al ver la película. En determinados momentos daban ganas de dejarla en ese punto, pero por otro daba la sensación de que todo estaba preparado para un gran momento. Y efectivamente, es una película que reta al espectador.
Malditos bastardos es una gamberrada muy divertida, original, fantasiosa y muy cinéfila. Tiene un buen reparto (destaca de forma impresionante Christoph Waltz) una buena selección musical típica de Tarantino y una puesta en escena cuidada.
Al igual que Mel Gibson con su Pasión de Cristo, Tarantino respeta mucho los distintos idiomas inherentes a la historia (alemán, francés e inglés), por lo que la película se basa mucho en los distintos acentos. Hay muchos gags y situaciones que no se comprenderían si no se vieran en versión original.
Una película muy divertida y cuidada. Muy recomendable.