2012
La peli es mala. Y es mala porque ofrece al espectador algo diferente a lo que se esperaba. Pensaba que iba al cine a ver como el mundo se iba al garete en 90 minutos de espectaculares efectos especiales. En lugar de eso, me encuentro con un arranque de media hora insufrible en la que no pasa nada de nada, salvo las disquisiciones de John Cusack haciendo de padre divorciado. Tras esto, otras dos horas con mucha, muchísima paja, y prácticamente ninguna escena espectacular que no hubiéramos visto ya en el trailer. Y esas escenas, pese a lo que leáis por ahí, tampoco me han parecido lo más de lo más. Con las cosas que se hacen hoy en día en cuanto a efectos digitales, no diría que sean sobresalientes.
Pero es que Emmerich no se conforma con haber engañado al potencial espectador, sino que además lo que ofrece no tiene ni pies ni cabeza. Me vale que todo el guión sea un relleno que sirva sólo para unir una escena de destrucción masiva con otra, pero lo que no me vale es que intenten darle peso a ese guión cuando es un completo absurdo sin sentido. Ya he pagado la entrada asumiendo que lo único que voy a ver son efectos especiales. Por favor, olvidemos los dramas familiares y las moralinas de bolsillo. Pero, sobre todo, no arrastres la película durante 157 minutos en los que uno sólo espera el momento en que toca la siguiente ración de destrucción generada por ordenador. Bien podrían haberse cargado el mundo en 45 minutos y darle un poco más de bola al tema de las arcas, que está bastante desaprovechado y me pareció lo más interesante de toda la cinta.
Es inútil hablar de interpretaciones u otros valores artísticos, porque 2012 sólo destaca en el nivel técnico. Los efectos digitales son de gran calidad, pero nada que no hayamos visto antes en otro puñado de películas. El sonido y la música también están a la altura de lo que se espera de una producción de este tipo. Lo que no está para nada a la altura, y no entiendo como puede ocurrir con una película con este presupuesto, es el penoso doblaje. Los doblajes de la ex-mujer del protagonista y sobre todo de la hija del presidente son un desastre. Y eso que ya tengo asumido el ridículo de los acentos en los doblajes de rusos e indios.
¿Qué se puede esperar de una película cuyas dos últimas frases son: “- Ya no llevo las braguitas sueño. – Estupendo”? En fin, 2012 no es capaz ni de satisfacer el mínimo que se le presupone a una película del género de desastres. Inconexa, bastante aburrida y con pocas sorpresas. Comparada con esta, El día de Mañana, Godzilla o Independece Day son unos peliculones. Por cierto, que bien podría haberse llamado 2017, porque de la profecía de los mayas nunca se supo.