Despierto (Awake)
Cuando leí acerca de la película en una de las revistas de cine que leo habitualmente tal y como contaban el argumento ya me parecía interesante, sin embargo, y tras el giro que hay hacia el segundo acto me parece MUCHO más original de lo que me parecía a priori, dando ese aire de thriller que tanto gusta al personal y que cambia por completo las pretensiones de la película, lástima que el cartel en España arruine la sorpresa por completo.La cinta es la opera prima de Joby Harold, un director que ha tenido la suerte de contar en su primera película con uno de esos cast que hacen envidiar (y a la vez sonrojar) a cualquier película de "serie media", y es que solo ver los nombres de Jessica Alba, Hayden (Anakin) Christensen, Terrence Howard y Lena Olin, ya hace que la cinta, por narices, tenga que ser buena (o por lo menos entretenida).
La publicidad de esta película advierte que "narra un terrible suceso quirúrgico conocido como ‘percepción intraoperatoria’. No es recomendable para aquellas personas que vayan a ser intervenidas quirúrgicamente en breve". Y la advertencia, ciertamente, es adecuada, porque el film hace referencia al hecho de permanecer sensible y despierto ("awake"), aunque totalmente paralizado, durante una operación a corazón abierto, lo cual no es muy agradable que se diga, es cierto que el mal rato que uno pasa en los primeros compases de la operación a Hayden Christensen harían sonrojar al gran Freddie Kruegger (por ejemplo).
La cinta llega a recordar desde a "Ghost" pasando por cualquier capítulo de "En los límites de la realidad…" o incluso a uno de los episodios de "Pesadillas y Alucinaciones de Stephen King".
Me gusta como el debutante Joby Harold resuelve la trama, nada original por cierto, y basada en una de las premisas habituales del cine made in USA (los malos siempre pierden), pero lo hace con estilo, y dando al guión algún que otro apunte de originalidad.
Resumiendo, que tampoco me quiero alargar más, una cinta que con pocas pretensiones y un buen casting de actores consigue convencer al espectador más hipocondríaco de que ese dolor que sufre de vez en cuando, no es nada…
Lo mejor: Los giros de guión y lo original de su propuesta.
Lo peor: La premisa final, siempre la misma en el cine Made in USA.