Pulse
Remake de la película japonesa "Kayro", del realizador Kiyoshi Kurosawa, que causó en su día gran conmoción, no solo en el país nipón, sino en todos los lugares donde se proyectó.Aquí, en esta nueva cinta estadounidense, lo que se ha logrado es una cinta tediosa a más no poder y bastante aburrida.
Durante su primer tercio todavía se mantiene el interés, debido principalmente a que el espectador que desconocía la primera película, no sabe de qué va todo. Así, se asiste a una serie de escenas efectistas, escasamente efectivas que, supongo, tienen como objeto aterrorizar o mantenernos en vilo. No se consigue pues esos sustitos, con apagones de luces, y una fotografía con grano oscuro azulado ya están muy vistos. Pero es cierto que, en esos momentos, todavía se cree que la historia dará más de sí y que lo mejor queda por llegar. Craso error, pues lo que viene a continuación es peor todavía, muchísimos más ruidos, y apenas alguna nuez.
Todo es prisa y confusión, hechos y situaciones gratuitos, sin el menor atisbo de verosimilitud, amén de un ritmo alocado que no lleva a ninguna parte.
Y llega el final, un final que antes de producirse, creemos, rezamos porque sea impactante, que por lo menos sea mejor que el resto del metraje. Pues no señor, acaba de la forma más tonta posible, sin imaginación, sin espectacularidad, sin pasión ninguna.
Hay, no obstante, algún elemento positivo, como es la acertada dirección artística, sobre todo en los exteriores de la ciudad, una vez se expande "el mal" por ella. Un clímax semi apocalíptico conseguido que, por desgracia, no redime, en absoluto, la sinsorguez del resultado final.
Un paquete de película.
Lo mejor: La forma en la que está rodada.
Lo peor: La dirección artística se nota que está currada.