El fantasma de la ópera
“El fantasma de la ópera” (1962), es un film de la productora inglesa Hammer, y está basado en la novela del mismo nombre, del escritor Gaston Leroux. La cinta está dirigida por Terence Fisher, y protagonizada por Herbert Lom, Heather Sears y Edward de Souza.Christine Charles (Heather Sears) ha sido elegida para reemplazar a la primera voz de la Ópera de Paris, la cual renunció tras el macabro incidente acontecido la noche en que se estrenó la obra. Sin embargo, al no aceptar las insinuaciones del creador de la ópera, Christine es despedida al día siguiente. Esa misma noche, es raptada por un enano deforme, que la lleva a las catacumbas de la Ópera, donde se esconde un hombre horriblemente mutilado. Él conoce los secretos que rodean los acontecimientos producidos en el teatro. Es ahí, cuando Christine se enterará de una escalofriante historia de injusticia, depravación y codicia. Christopher Lee mencionó en más de una ocasión su deseo de interpretar al personaje central de la novela de Leroux, para demostrar su esplendida voz y sus cualidades de canto. Así se lo hizo saber al productor de la Hammer, Michael Carreras al finalizar el rodaje de “Drácula” (1958), y durante el inicio de la producción de esta cinta. Sin embargo, el actor no fue tomado en cuenta, debido a que se esperaba que la estrella hollywoodiense, Cary Grant confirmara sus deseos de protagonizar un film de la productora. Carreras, que quería convencer al actor a toda costa, elevó en 30.000 libras el presupuesto existente, para que de esta forma el actor firmara sin cuestionarse demasiado. Incluso Anthony Hinds (que firmó con el seudónimo de John Elder) realizó algunos cambios en el guión inicial, para adaptarlo a la personalidad cómica de Grant. Pese a todo esto, el actor finalmente decidió no participar en el proyecto, por lo que la Hammer quedo con Lee y Grant fuera de la película.
Debido a esto, el papel de profesor Petrie, el fantasma, cayó en manos del actor polaco Herbert Lom, quien en el film “Murders in the Rue Morgue” (1971) de la productora AIP, volvería a interpretar a un personaje de similares características, el cual al igual que en esta ocasión, se encuentra ayudado por un enano bastante macabro. Fue el mismo actor, quien les propuso a los productores la idea de que su amigo Terence Fisher participara a cargo de la dirección de la película. Fisher, quien ya había contribuido con varias cintas inolvidables bajo las ordenes de la Hammer, esta vez se encargaría de mostrar a un fantasma con motivaciones distintas a lo que se había visto en la adaptaciones cinematográficas anteriores de la novela. En este film, al fantasma no lo mueve un sed de venganza, ni el amor por una mujer, cuya voz sea digna de su obra, sino que actúa debido a una imperiosa necesidad de autoconfirmación que lo ayude a superar el complejo de inferioridad que lo aqueja, debido a su deformidad y a la imposibilidad de verse reconocido por su genio musical.
Es mediante ese reconocimiento musical, que él cree que puede volver al mundo de los vivos, por lo que se convertirá en su obsesión.
En ese sentido, el personaje de Lom es bastante similar a su enemigo Ambrose D´Arcy, interpretado por Michael Gough. Ambos buscan la fama y el reconocimiento como músicos virtuosos, meta que los llevará a olvidar todos sus escrúpulos con el fin de conseguir esto. La diferencia entre ambos reside en que mientras D´Arcy es un hombre despreciable y sin ningún talento musical, el profesor Petrie es un hombre sencillo y un músico talentoso, llevado a la locura por la traición de la que es victima a manos de D´Arcy. Debido a que lo que busca el “fantasma” es solo el reconocimiento musical, mediante el reconocimiento de Christine como una excelente cantante, es que se entiende que la violencia sea llevada a cabo por su enano compañero. Es él quien comete los asesinatos, de manera bastante violenta y sin un fin aparente. La explicación de estos actos la provee el propio Petrie, quien opina que su siniestro compañero “A veces es como una pequeña bestia que no se puede controlar”. Un aspecto realmente destacable de la cinta es el apartado musical. En esta ocasión se opto por contratar a Edwin Astley para que se hiciera cargo de la banda sonora. Tan completo fue su trabajo, que además de la música incidental, compuso una ópera completa de cinco actos basada en la obra “Saint Joan”, de George Bernard Shaw. Con el fin de aprovechar todo esto, se realizan un buen número de tomas durante la presentación de esta ópera, por lo la cinta a ratos pareciera tener bastante de un musical. Su trabajo fue sin duda maravilloso, e incluso se aplicó un recurso bastante innovador, que consistía en tocar una nota en un teclado sintetizado, durante algunos diálogos del fantasma, lo que ayudaba a crear un sonido que reflejara el sentimiento de pesadumbres del personaje.
También destacan las bien logradas escenografías, en esta ocasión a cargo de Bernard Robinson, elemento muy típico de los films de la Hammer.
Las actuaciones son bastante correctas, en especial la de Herbert Lom y la de Edward de Souza, como el joven y galante Harry Hunter, encargado de producir la obra de D´Arcy. Este mismo actor, seria protagonista al año siguiente, de otro film de la productora llamado “Kiss of the vampire” (1963), el cual fue dirigido por Don Sharp. La cinta fue estrenada sin mayores resultados, pese a los trucos publicitarios utilizados por Michael Carreras. Este le propuso a la publicista Dora Dobson, la creación de un fantasma real para el teatro de Wimbledon de Londres, lugar en el cual se realizaron las filmaciones. Además de esto, la Universal distribuía un folleto de cuatro hojas con los actos de la ópera “Saint Joan”. Pese a esto, la cinta que combina romance, terror y números musicales ha envejecido bastante bien, siendo considerada como una de las mejores adaptaciones de la novela (recordando que han sido más de 10 adaptaciones). Fisher nuevamente realiza un estupendo trabajo a cargo de la dirección, lo que sumado al resto de lo elementos, lo convierten en un film bastante entretenido que vale la pena ver.