Manuale d’amore
No hay nada mejor para combatir la rutina diaria que hacerse con el DVD de "Manuale d’Amore", la divertida película de Giovanni Veronesi. La cinta, en apariencia, es una comedia sin muchas pretensiones acerca del amor y de todo, o casi todo, lo que le rodea. Aunque su principal objetivo es entretener existe un trasfondo muy interesante de homenaje al género que vamos a tratar de analizar.
Lo primero es destacar su estructura narrativa en forma de cuatro capítulos levemente entrelazados. Es uno de los muchos guiños a los largometrajes italianos de los años sesenta donde era muy normal que varios directores se unieran para realizar películas episódicas. Aquí, cada uno de los “cortos” relata alguna de las fases por las que puede transcurrir toda historia de amor. Aunque la cinta está dirigida por el mismo cineasta –que además es el guionista- el tono va cambiando hábilmente conforme se adentra en cada mini-trama. Así, en el primer episodio, Veronesi utiliza un tratamiento de guión que podemos calificar de moderno; con un humor judío, muy del estilo de las películas de Woody Allen, para describir el enamoramiento de una joven pareja. Las situaciones por las que pasan los protagonistas –y su amigo Dante, casi lo mejor de esta primera historia- hacen que aparezcan las primeras sonrisas.
En el segundo capítulo, “La Crisis”, se produce un giro en todo los sentidos: en el guión, al mostrarnos una pareja madura en pleno conflicto; y en la forma de afrontar la comedia, al más puro estilo “screw-ball comedy” de los años treinta y cuarenta, es decir con diálogos rápidos y punzantes. A estas alturas aparecen ya las carcajadas para no cesar hasta el final del filme.
Gran parte de la culpa la tienen Sergio Rubini y Margherita Buy. “A veces me das miedo cuando te pones a decir esas cosas” le dice Rubini a su mujer –han estado casados en la vida real- cuando ella le propone una especie de ritual de lo más hortera, con velas y ante todo el mundo, para intentar salvar su matrimonio.
En el tercer episodio, una mujer, policía de tráfico, ve como su marido le es infiel y se dispone a vengarse de él y, de paso, de todo el género masculino. Es la historia más cercana a la “Comedia a la italiana”. El homenaje a directores como Mario Monicelli, Luigi Comencini o Dino Risi es evidente. Incluso la protagonista, Luciana Littizzetto, nos recuerda mucho en su forma de actuar a las “maggiorate” más famosas como Gina Lollobrigida, Silvana Mangano o Sophía Loren. Aquí se suceden los gestos, los gritos y las amenazas, todo al más puro estilo del neorrealismo rosado.
“El abandono” es el título de la última historia, donde un médico (Carlo Verdone), después de haberle dejado su mujer, intenta rehacer su vida. Giovanni Veronesi utiliza todas sus “armas” para echar el resto en este último capítulo y mezcla, con buen criterio, todo lo anterior además de buenas dosis de slapstick en el momento oportuno –la secuencia donde Verdone se escapa por una ventana es digna del mejor cine de Buster Keaton-; pero también recurre a la tragicomedia del mejor Fellini en sus comienzos, así el final bien podría haberlo firmado el genial director ya fallecido.
El amor debe ser, seguramente, el tema más tratado por el cine y por cualquier arte. Veronesi se sirve de él para hacernos pasar un rato divertidísimo. Con este "Manual de Amor" consigue que durante dos horas nos olvidemos de todos nuestros problemas, entre ellos el tener que soportar esta maldita rutina diaria.