La noche de los muertos vivientes
"La noche de los muertos vivientes" (1968), es la primera película del realizador estadounidense George Romero, la cual es considerada un verdadero clásico del género del horror, que se convirtió rápidamente en un film de culto. El guión estuvo a cargo del mismo Romero en colaboración con John A. Russo, y está basado en la novela "Soy Leyenda", del escritor Richard Matheson.
Bárbara (Judith O´Dea) y su hermano deciden ir a visitar la tumba de su padre en un alejado bosque, pero allí ambos son agredidos por un extraño. Bárbara sobrevive y logra escapar en su auto hasta una granja cercana, en la que es su interior, encuentra un cuerpo parcialmente mutilado. Mientras corre asustada, se encuentra con un hombre que le explica que un grupo de extraños está atacando sin sentido aparente a las personas. Ahora se encuentran rodeados por estos extraños, por lo que tendrán que hacer todo lo posible por sobrevivir a esta macabra situación.
George Romero comenzó su carrera realizando cortometrajes y algunos comerciales para "The Latent Image", una compañía que había fundado junto a John A. Russo y Russell Streiner. El trío luego de un tiempo, se aburrió de hacer este tipo de producciones, y se decidieron a realizar un film de terror. Basándose en la novela de Richard Matheson y en otros films de zombies, formó el guión de su primera cinta acerca de muertos vivientes, para la cual consiguió $114.000 dólares, a través de "Imagen Ten", productora que fundó junto a sus dos socios anteriores, más Karl Hardman y Marilyn Eastman.
Obviamente debido al bajo presupuesto con el que se contaba, se sabía de antemano que era bastante complicado realizar un film a la altura de los clásicos del género con los que los realizadores habían crecido.
Dentro de los intentos por abaratar costos, a Romero no le quedó más opción que filmar la cinta en blanco y negro. Esta decisión, a la larga dio buenos frutos a nivel de críticas, debido a que provee al film de un aspecto tipo documental, el cual denuncia una especie de perdida de la estabilidad social. Además, el hecho de que este filmado en blanco y negro le da un encanto especial, reforzando la idea de que estamos tratando con un verdadero clásico. Sin embargo, la contraparte de esta decisión, fue que esto le representó serios problemas a Romero y compañía, para encontrar un estudio que pudiera distribuir el film. La Columbia Pictures fue el único estudio interesado en distribuir la cinta, pero acabó rechazando la idea, porque la cinta en blanco y negro se encontraría en desventaja con los nuevos televisores a color que existían en el mercado. La American Internacional Pictures (AIP) también considero distribuir el film, pero querían que Romero filmara otro final y que agregara más escenas de amor. Finalmente, la distribución la terminó realizando la "Walter Reade Organization", la cual cambio el nombre de la cinta de "Night of the Flesh Eaters" a "La noche de los muertos vivientes".
La construcción del guión pasó por tres fases. En un principio, bajo el nombre de "Monster Flick", la película era una combinación de horror con comedia, que contaba la historia de unos jóvenes aliens que visitaban la tierra y se hacían amigos de unos adolescentes humanos. La segunda maqueta del guión consistía en la historia de un joven que habiendo huido de casa, descubre que algunos cadáveres de personas están siendo utilizados como el alimento de unos aliens. El guión final que fue prácticamente escrito por completo por Romero, ya relata como unos cadáveres humanos reanimados, se alimentan de la carne de los vivos.
En una entrevista, Romero relata como esta idea que un principio era una historia corta de 3 partes, terminó dando a lugar a este film y a sus dos secuelas que son: "Amanecer de los muertos" (1978) y "El día de los muertos" (1985).
Muchas personas tienden a recalcar el supuesto trasfondo sociocultural que tiene esta cinta, la que es vista como una especie de crítica directa en contra del racismo. El hecho de que el protagonista del film sea un afro americano, interpretado por el actor Duane Jones, en una época que el racismo estaba más latente que nunca, fue una jugada bastante riesgosa por parte de Romero. Además, no contento con esto, el resto de los personajes (son todos blancos) quedan bastante mal parados. El director deja a las mujeres como unas verdaderas histéricas, que no aportan mucho a la defensa de la casa en la que se encuentran recluidos, sino que más bien se transforman en un lastre que dificulta aún más las cosas. Peor aún es el personaje de Harry Cooper, interpretado por Karl Hardman, quien es derechamente racista, además de ser una persona bastante egoísta y cobarde, a la cual poco le importa el futuro del resto de sus compañeros con tal de salvar su propio pellejo. Pese a todo esto, Romero ha comentado en bastantes ocasiones que la elección de Duane Jones como el protagonista, solo fue a causa de que realizó un buen casting, y no debido a algún tipo de mensaje en contra del racismo. Intencional o no, el mensaje es fácilmente percibible durante el transcurso del film, además de que la fecha de salida de la cinta, coincidía con las muertes de Malcolm X y Martin Luther King, por lo que fue más obvio el paralelo entre el protagonista y estos dos hombres.
Mucho se ha hablado también del mensaje en contra del capitalismo que Romero ha querido plasmar en su trilogía inicial, que también es posible ver en la cuarta parte de la saga "La tierra de los muertos" (2005). Especialmente en la segunda parte de la trilogía, se realiza una critica a la sociedad del consumo, de hecho la acción transcurre en un mall, a la vez que pareciera existir la analogía entre el zombie y la persona promedio, moviéndose al ritmo del resto del rebaño, inmerso en un sistema que no le deja muchas posibilidades reales de libre elección. El canibalismo representa a la sociedad americana de aquellos años, en que bajo ese sistema de competencia, uno puede llegar a caer en actitudes, en que para nosotros poder salir adelante, tenemos que hundir o "devorar" al que esta al lado nuestro. Ese mensaje es fácilmente transportable a la sociedad de hoy en día, en que los Estados Unidos es el mayor "caníbal" existente hoy en día.
El director ha argumentado en algunas ocasiones que una película sin un mensaje, no es una película que valga la pena hacer.
La cinta fue recibida de forma bastante variada por la crítica, que la rechazó por sus efectos gore y las secuencias canibalismo, mientras que por otro lado, se alabó lo rompedor del film, que fue reconocido por varios críticos como un clásico inmediato. Durante el transcurso de los años, también se ha alabado la crítica que realiza el film a la sociedad norteamericana de los sesenta, recalcando en especial las críticas hacia el gobierno y sus políticas tanto internas como externas.
El film representa una influencia directa para una serie de realizadores entre los que están John Carpenter, Sam Raimi, entre otros. En 1999 la película fue nombrada como "significativa culturalmente" por la biblioteca del congreso de los Estados Unidos y fue seleccionada para su preservación en el Registro Nacional de Películas.
Además, también recibió el reconocimiento de la "American Film Institute", que la situó en el lugar 93, en la lista de las 100 mejores película de todos los tiempos, realizada en su centésimo aniversario.
Todas las razones esgrimidas en este artículo dan a entender, que esta cinta es una de aquellas que se encuentran en ese selecto grupo de las películas de visionado obligado para todos aquellos amantes del cine.