¿Nadie tuvo nunca la tentación de comentar dos películas al mismo tiempo? Ésa es la esencia de Almas en la Calle.

★★★★★ Excelente

La Strada

¿Nadie tuvo nunca la tentación de comentar dos películas al mismo tiempo?

Ésa es la esencia de ALMAS EN LA CALLE.

Gelsomina tiene alma de niña y por eso sólo está cómoda en el circo. Fue vendida a Zampanó, un forzudo con poco seso, para hacer de amante, ayudante, payasa y recaudadora. Y, poco a poco, con la inocencia propia de los niños, se va dando cuenta de que su misión en la vida es cuidar al forzudo porque si no lo hace ella…¿Quién lo hará?

Augusto tiene un alma sin conciencia. Por eso sólo está cómodo entre maleantes. Está vendido a la vida, una forzuda de poco seso, para hacer de timador, embaucador, deshonesto y recaudador. Y, poco a poco, con la conciencia propia de los hastiados, se va dando cuenta de que su misión en la vida es cuidar de otra vida, porque si no lo hace él…¿Quién lo hará?,


Gelsomina tiene candidez en la mirada, expresividad en el rostro, ganas de ser útil en medio de un permanente vagar por carreteras de segunda y pueblos de tercera. La paz sólo la tiene cuando se abandona a su mirar de ilusión, y sabe que su sufrimiento es la felicidad sólo aparente de un hombre que no la ama, que no repara en ella más que para su propio provecho. Un hombre que, un día, mirando a las estrellas, se dará cuenta de que le falta la que más brilla; la que, con sólo su alma, le guió como hombre por única vez en su vida. Y se derrumbará. Se derrumbará solo, agotado y rendido, con el dolor recaudando su inevitable cuota de fracaso y de remordimiento.


Augusto tiene la mirada dura, expresividad en el rostro, ganas de estafar con timos de poca monta en granjas discretas de gente desamparada. La paz no la encuentra salvo al divisar, un poco allí a lo lejos, a su preciosa y olvidada hija que necesita dinero para su paso a la universidad, y sabe que su sufrimiento es la vergüenza para ella, que es la losa que él tiene que llevar cuando la policía le pisa los talones acusándole de ladrón, de estafador, de inútil, de vividor, de nada…Y un día, mirando a lo alto de un camino, se dará cuenta de que la felicidad de un canto de una familia que vuelve de trabajar es el reflejo de aquello que le debería haber hecho hombre y abandonó por la vida fácil, por el dinero sin conciencia. Y se derrumbará. Se derrumbará solo, agotado y rendido, con el dolor timando sin conciencia ese dinero que es el tiempo perdido.


"Almas sin conciencia"…"La strada"…Almas en la calle…   

publicado por Bruji el 18 enero, 2008

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