Excelente thriller romántico de Ang Lee, con una factura clásica maravillosa, una estructura narrativa remarcable, una fotografía de R. Prieto impecable y unas interpretaciones principales de aupa. El plano final es simplemente memorable!!.

★★★★☆ Muy Buena

Deseo, Peligro

Ang Lee es, sin lugar a dudas, uno de los pocos directores de la actualidad que posee una obra de lo más sensata y regular entorno al género del melodrama. Un cineasta tremendamente completo y capaz de reflejar de forma asombrosa la vida de una familia americana media en “La tormenta de hielo“, presentar un western casi utópico y transgresor (en cuanto a trama) lleno de valentía en “Brokeback mountain“, adaptar a la pantalla de forma memorable, dinámica y sensible las viñetas de “Hulk“o presentar un Wuxia Pian atípico, con momentos repletos de lirismo en “Tigre y Dragón“. Lee siempre propone films con múltiples lecturas, llenos de profundidad y carga emocional (aunque algunos parezcan fríos, existe mucha tensión interna entre cuerpos) y con un acabado formal intachable.

Y eso es “Deseo, peligro“, un film con una factura clásica impresionante, con un guión hilvanado de forma perfecta contando con una estructura narrativa muy destacable (gran parte a base de elaborados flashbacks) y que se erige como una de las cintas más reflexivas, morales y sutiles del año. Con una reconstrucción de la China de los 40 memorable, Ang Lee propone una historia que se mueve entre el thriller de espionaje(1) y el melodrama, con momentos de sexo rodados de una manera verdaderamente ejemplar y en ocasiones con intenciones metafóricas. Como bien indica el título, la cinta nos habla de deseo, ira, odio, amor y desesperanza. También nos habla del monstruo (Tony Leung), un personaje perfectamente fabricado, en como el amor también puede hacer mella en él y como la ausencia todavía puede ser más dolorosa por persistir en su ideología “moral”. Hay un juego claro entre moralidad y deseo, además de que todo ello va unido al peligro que acecha a ambos (a ella por ser descubierta y a él por dejarse llevar por una presunta espía).

Mención a parte son las actuaciones principales, tanto Tony Leung Chiu Wai como Wei Tang están inmensos. Tony Leung interpreta al malvado Mr Yee, un traidor de la patria al que la resistencia le sigue desde hace tiempo. Su interpretación es comedida y feroz a la vez, construyendo un perfecto monstruo que une elegancia con brutalidad (en la cama, donde se desenmascara realmente al monstruo sádico y sediento). Uno de los mejores actores del momento, siempre excelente él.

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En cuanto a Wei Tang, toda una sorpresa para ser su debut. Impresionante papel de femme fatale, la cual lleva a su espalda todo el peso de la película de forma increíble, un personaje que muta y que mediante la seducción lleva siempre el control. Una actuación que une momentos duros (sexuales), con otros más emotivos. Sensacional creación, una de las mejores mataharis que un servidor haya visto en pantalla.

Como momentos más destacables destacaría sobre todo cuatro. Primero las escenas de cama, rodadas extraordinariamente, dignas del Cronenberg más hardcore (que aprenda el señor Winterbottom). La forma que tienen de “enredarse” los cuerpos, casi como si de un único cuerpo se tratase, las formas que dibujan y las posturas tan acrobáticas no son más que un ejemplo de una relación forjada por deseo y también peligro, llevando al limite del precipicio tanto la relación sexual como sus propias vidas. Ella aprenderá a vivir con su “vestido” de femme fatale/espía, entregada totalmente a su nuevo papel, usando como principal arma el sex appeal que produce en el sr Yee.

Segundo, la secuencia del asesinato perpetrado por el grupo de amigos, en una escena tremendamente angustiante. Tercero, la secuencia en donde ella le acompaña a él a la joyeria, momento en el que se supone que la resistencia va a actuar, iniciándose con un bello ralentí y acabando con esa mirada sincera de ella y esa fuga de él. Una de las escenas más bellas del film, en donde mediante sus miradas se cruzan conceptos como amor, arrepentimiento, perdón, sorpresa y peligro. Cuarto, la secuencia final, una de las más bellas y sutiles del año. Ese Tony Leung en una habitación llena de una oscuridad hasta entonces evitada, observando las huellas de la ausencia y consumido por el odio hacia su persona.

No obstante, a parte del excelente acabado formal y lo interesante de la propuesta tanto argumentalmente como técnicamente (gran trabajo de Rodrigo Prieto en la fotografía o Tim Squyres en el montaje -a destacar la partida inicial de Mah-jong-), la cinta resulta por momentos algo carente de alma y sensibilidad, otorgando momentos excesivamente fríos, además de contar con un exceso de metraje en su conjunto (recordar algunos pasajes innecesarios de la primera parte de la cinta). No obstante, a pesar de faltarle algo para considerarla como una película excelente, Lee entrega otro notable film sobre lucha entre moralidad y deseo dibujando un juego emocional al borde del precipicio.

Ang Lee nos viene a decir en el film, como ya hiciera en “Brokeback mountain“, que el amor nos hace vulnerables, nos hace cambiar y mientras Ennis (Heath Ledger) abrazaba la camisa de Jack (Jake Gyllenhaal), aquí tenemos a Tony Leung preguntándose a si mismo porque renuncia al amor y no a sus ideales corruptos. Aquí ella es quien se sacrifica, pero lo hace por amor, y eso es lo que aturde al sr Yee (Leung).


(1) Con (más o menos) similitudes a otras cintas del género como “Sospecha” y “Encandenados” de Hitchcock, “Matahari” de George Fitzmaurice, “El libro negro” de Paul Verhoeven o algunas del maestro Fritz Lang.

Lo mejor: La calidad narrativa y formal de la cinta. Las magníficas interpretaciones de Tony Leung y Wei Tang. El control del tempo de Ang Lee. El memorable plano final.
Lo peor: Quizás la propuesta contenga algo de frialdad. Existe un evidente exceso de metraje. Si bien algún tramo inicial podría tranquilamente eludirse.
publicado por Javier G. Pasamón el 17 enero, 2008

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