La masacre del microondas
El trabajo de cinéfilo puede ser realmente duro, yo que intento abarcar varios palos tengo que someter a mi cerebro a autenticas joyas de STANLEY KUBRICK u ORSON WELLS para de repente pasar a un estreno de extrema mediocridad como por ejemplo ALIEN VS PREDATOR 2 réquiem, unos cambios de tercio que pueden dañar la salud mental de cualquiera.Después viene el cine más FREAK donde convive lo amateur, el GORE más extremo en experimentos que suele producir auténticos ataques de ulcera.
En este tipo de arte donde predomina lo casposo, los directores que no saben como encender la cámara mucho menos utilizarla, la música que tiene un solo acorde, los actores cogidos de la calle y unos efectos especiales diseñados con plastilina y algo de pintura, efectivamente el guión se suele realizar en un par de horas por guionistas hasta las cejas de varias sustancias sospechosas.
El tal WAYNE BERWICK "the naked monster" se rodeo de un reparto costroso de medio aficionados que intentaron ganarse el pan participando en todo subproducto viviente, AL TROUPE colaboro en clásicos de la caspa con FEAST y la guapa ANNA MARLOWE se paseaba ligera de ropa en THE MUTILATOR o BEYOND EVIL.
Una vez alguien pronuncio una frase inolvidable que me abrió los ojos, “se tiene que aprender a disfrutar de malas películas pues pueden ser apoteósicas”.
Sin duda este producto es uno de los máximos exponentes de esa frase, un autentico desmadre PSICOTRONICO y COOL donde un hombre mata a su mujer por no darle bien de comer, es todo tan absurdo que resulta realmente desternillante ante la ola de risas que provocan unos diálogos escritos en plena locura colectiva.
Tan barato resulta todo que una pequeña producción de la TROMA resulta una superproducción en comparación.
Con amigos, cervezas y dejando el cerebro en punto muerto se puede disfrutar de lo lindo sin intentar darle el mínimo sentido, uno de estos filmes desastrosos pero con una frescura impagable en cada escena.
Lo mejor: Divertidísima.
Lo peor: Pues todo el conjunto.