Un homenaje ñoño, pero simpático, a las “”nottinghills”” y “”bridgetjones”” y “”loveactuallys”” y “”cuatrobodas”” que inundaron las pantallas durante los 90.

★★☆☆☆ Mediocre

Amor y otros desastres

Otra década que vamos apurando, y los guionistas haciendo filigranas para reciclar todo lo reciclable. Tras agotar el filón "estándar" de la comedia romántica inglesa (todo un sub-subgénero), los voraces reescritores de Hollywood empezaron a darle vueltas al concepto, y han sacado la penúltima gota por exprimir: ‘Amor y otros desastres’ (milagrosamente, la traducción del inglés es exacta: ¿vacaciones del Titulador?).

La Sinopsis no os va a cegar con su brillantez, precisamente: Emily "Jacks" Jackson, una joven empleada de Vogue en Londres se empeña tanto en arreglar la vida amorosa de sus amigos que nunca tiene tiempo para ocuparse de la suya, bastante en ruinas, por cierto. La aparición en escena de un atractivo ayudante de fotógrafo argentino será la oportunidad que sus amigos buscaban para devolverle los favores a Jacks. Pero en este siglo XXI que vivimos, joven, guapo y soltero suele equivaler a gay… ¿O no? ¿O sí? ¿O no?

El desaparecido en combate Alex Keshishian (al que únicamente dejaron al frente de ‘En la cama con Madonna’), cual Simon Phoenix, ha sido descongelado y puesto de nuevo en circulación para escribir y dirigir este curioso intento de metacine, romanticón y empalagoso, pero modernillo al fin y al cabo. Lo primero que hace Keshishian es situarnos en el mismo punto de partida de la típica comedia sentimental british, pero con una monísima y correcta Brittany Murphy en lugar de Hugh Grant. El personaje de la Murphy es un calco de Audrey Hepburn con ropa (o sin ella) actual, pero no hay que preocuparse, porque es cosa del metacine.

La trama simplona avanza, con una galería de personajes que todos conocemos desde ‘Un Abril encantado’ o ‘Cuatro Bodas y un funeral’: amiga rica y tonta, amigo gay enfermo y sensible, extranjero perfecto… Todo está calcado, pero, ¡ah, la metacomedia!, en el mundo actual casi todos los amigos de Jacks son gays perfectamente integrados en su comunidad. Vaya cambio de escenario, ¿eh?

Y el elemento quizá más importante de lo que Keshishian propone es el compañero de piso de Jacks, Peter (también correcto Matthew Rhys) es… guionista de cine. Y habla con Jacks continuamente sobre comedias románticas, repitiendo ellos mismos los sobados esquemas. Esto permite a Mr. Keshishian hilar los gags por los que sí merece la pena ver ‘Amor y otros desastres’, que termina siendo un homenaje ñoño, pero simpático, a las "nottinghills" y "bridgetjones" y "loveactuallys" y "cuatrobodas" que inundaron las pantallas durante los 90.

Aparte de este detalle, eso sí, nada que resaltar: dirección rutinaria, foto rutinaria, música rutinaria… tan sólo despega un poquito la dirección artística, que nos mete en el mundo imposible de las sencillas empleadas de Vogue que viven en sencillos y céntricos lofts y tienen sencillas amigas multimillonarias. Pero como dijo Galileo: "…Y sin embargo, ¡se mueve!" No mucho, pero se mueve. un 5 pelao.

Lo mejor: El delirante final y, por supuesto, Brittany Murphy.
Lo peor: Que la broma no da para mucho.
publicado por Plissken el 25 septiembre, 2007

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