This is England
‘This is England’, el nuevo largometraje del director británico Shane Meadows, nos muestra la vida de un grupo de auténticos skinheads, cerveceros, juerguistas y amantes de la buena música jamaicana, que acojen a un niño de doce años, sin ningún tipo de relación social, y le convierten en uno de ellos. Todo se tuerce cuando regresa Combo, un antiguo amigo que, influenciado por ideas nacionalistas y racistas, intenta sembrar el odio y la xenofobia en el grupo.La cinta está rodada de una manera austera que le viene como anillo al dedo. Posee un ritmo perfecto que no decae en ningún momento, y la dirección de Meadows es exquisita en todos los sentidos.
La historia es un mazazo emocional tremendo, que sobrecoge al más frío de los hombres, y que toca temas tan espinosos como el nacionalismo, el racismo, y los delicados momentos que pasó Inglaterra en la década de los ochenta, sin caer en ninguna clase de discurso partidista. La película muestra exitosa y crudamente, casi documental, las consecuencias personales de cada uno de los personajes ante la guerra de las Islas Malvinas, y (uno de) los movimientos políticos de tendencia extrema que surgieron por aquél entonces.
Interpretativamente hablando es una gozada. Todos sus actores se lucen como si fuera el último papel de su carrera. Así, hasta el protagonista que tiene doce años, Shaun (Thomas Turgoose), pasando por un inmensísimo Stephen Graham interpretando al lunático Combo (personaje conseguidísimo: parece que estés viendo realmente a un skinhead de "los chungos", el cual acaricia peligrosamente una locura que Graham consigue plasmar con un éxito rotundo), hasta el grupito de skinheads protagonistas. Todos están muy naturales, creíbles, y en ninguna ocasión sobreactuados.
Una reciente obra maestra que no hay que dejar escapar bajo ningún concepto, y que deja en pañales y chupete a películas de -más o menos- la misma temática como ‘American history X’.