El Elegido
El elegido es una de esas películas de terror moderno, que ahora se ha dado en llamar terror psicológico (como si hubiese otro). Protagonizada por una deliberadamente afeada (aunque ni queriendo se consigue) Monica Bellucci, narra la historia de una mujer soltera y solitaria que adopta a un pequeño procedente de un orfanato siberiano. Cuando éste cuenta con ocho años, aparece en su torso una marca, que se asocia con una leyenda de una tribu de su territorio natal, y desde ese momento, empiezan a sucederse los asesinatos, desapariciones y sucesos extraños.Con una ambientación bastante lograda, favorecida por el halo de misterio que ya de por sí recubre a la Madre Rusia, El elegido es una producción a la que se le habría podido sacar mucho más jugo del obtenido y haber conformado un filme mucho más redondo y acabado que el que representa. Partiendo de una idea interesante e intrigante, lo cierto es que el tono va decayendo hasta hacerse aburrida por momentos, dejando una sensación de insatisfacción y de oportunidad perdida.
La alternancia entre los escenarios parisinos y los rusos no acaba de transmitir la sensación de incertidumbre que debería, ni incita al espectador a que se esté planteando de manera contínua el porqué de las cosas, ni cuál es la motivación que mueve a los personajes que van desfilando por la pantalla sin terminar de aportar nada realmente merecedor de una atención continuada. Cuando en una película de intriga, uno no siente la necesidad de pensar y conjeturar sobre las respuestas a las incógnitas planteadas, mal camino llevamos.
Es por ello que ni siquiera la presencia de la inmortal Catherine Deneuve consigue dotar al filme de la consistencia necesaria para convertir una buena propuesta en una realidad palpable y de fácil disfrute por un espectador que sin duda saldrá decepcionado ante sus defraudadas expectativas, ya que poco más que el desnudo integral, fugaz e inesperado de la Bellucci quedarán para los anales del séptimo arte.
Lo mejor: Una buena idea,una ambientación por momentos lograda y, para qué negarlo, el regalito del breve desnudo de la Bellucci.
Lo peor: Que no se ha aprovechado un buen argumento para hacer una buena película.