La Jungla 40
John McClane ya es un personaje ícono del cine de acción de los 80’s tanto como sus contemporáneos compañeros como Rocky o Terminator (ubiquenlos en el orden de preferencia que quieran).En un momento voraz de secuelas (Terminator llegó a la 3, Rocky -terminó?- en la 6), la idea de este Die Hard 4.0 no sorprende para nada.
El film es ágil, bruto, inverosímil y honesto. Esto último por un guión simple, que no enmaraña lo que todos vienen a buscar: escenas de explosiones, persecuciones y la labor siempre eficaz del héroe.
El director Len Wiseman (Inframundo) hace fluir las escenas de acción pero eso sí: una más desopilante que otra y que hacen quedar a las tomas de John Woo y Cruise en Mision imposible II, como jugadas por momias con cohetes de fin de año.
Todo con movimientos claros, no como la costumbre última de mostrar todo en montajes acelerados donde no se entiende nada de la acción ni de las peleas.
Bruta también porque parece solo una excusa para pegar una escena explosiva tras otra, aunque es menos claustrofóbica que la original (insuperable) y menos idiota que la II (la peor) y que la pretenciosa III parte. Pero el realismo que añoramos en la primera se hace trizas aquí a los 15 minutos.
El joven actor que descubriéramos en Jeepers Creepers Justin Long, saca un aprobado como coequiper y hacker en desgracia y Bruce Willis… es Bruce Willis.
Con sus arrugas y su pelada sucia, sus muecas y on-liners graciosos, ya esta en el panteón de los duros elegidos junto a Rocky y Terminator (otra vez en el orden que prefieran).