28 semanas después
Unos años después de que Danny Boyle dirigiera una de las mejores y originales películas de terror de la actualidad, el español Juan Carlos Fresnadillo apuesta por “28 semanas después”, una secuela de aquélla que no llega a su nivel…La historia nos sitúa de nuevo en Londres pero se centra en una familia separada por la tragedia. El padre (interpretado por Robert Carlyle) lleva encima el gran pesar de haber abandonado a su mujer en medio de una matanza-zombi e intenta cambiar su vida con la ayuda de sus hijos en una ciudad que ha sido reconstruida, “limpiada” y controlada por los Estados Unidos. Sin embargo, una nueva amenaza acecha a los protagonistas…
En esta película se cuidan los detalles de su predecesora, basando la dirección en un punto de vista parecido a un documental. Fresnadillo añade a ésta un tono mucho más oscuro sin un pequeño resquicio para la esperanza, con secuencias mucho más macabras y consiguiendo que realmente nos dé miedo (los diez primeros minutos son realmente aterradores). La interpretación de Robert Carlyle es realmente fascinante y la fotografía es muy buena, con planos de Londres totalmente sumido en el caos. Sin embargo, así como su predecesora daba un buen cambio hacia la segunda mitad de la película, ésta permanece constante durante todo el tiempo haciendo que al final se quede en un intento no muy bien aprovechado por Fresnadillo y con la sensación de que hayamos visto “más de lo mismo”…
Por tanto, se trata de una historia que continúa bien a su predecesora, haciéndonos pasar un rato angustioso y terrorífico: un buen intento de Fresnadillo pero falto de ideas originales…
Lo mejor: Los diez primeros minutos de la película: realmente terroríficos
Lo peor: La falta de originalidad y de cambios en los protagonistas o en la historia