Aparte de la escena inicial, lo más destacable de Lucky You son las partidas de póquer. El resto es para olvidar, lo cual no será fácil debido a las dos horas de duración de la cinta.

★★☆☆☆ Mediocre

Lucky You

La sombra de Steve McQueen y Edward G. Robinson en El Rey del Juego es muy alargada, y por ello el póquer ha sido casi un extraño para el cine. En el póquer, cuando tu oponente apuesta, si quieres ver sus cartas, tienes que ver la apuesta o subirla. Afortunadamente, cuando acudimos a ver una película sólo se paga el importe de la entrada, y no hay que cubrir ninguna apuesta preconcebida.

Pero, ¿y si hubiera que apostar por Lucky You, cuál sería la adecuada? ¿Apostar por el brillante Curtis Hanson de L.A. Confidential y Jóvenes Prodigiosos, o por el mediocre Curtis Hanson de 8 Millas y En sus Zapatos? Aunque con nuestro corazón deseamos que Lucky You se tratara de la primera, mal que nos pese es la segunda apuesta. Eric Bana interpreta con solvencia a un jugador profesional que busca desesperadamente poder participar en el campeonato mundial de póquer y demostrarse a sí mismo y a los demás que está a la altura de su padre, un bicampeón mundial al que da vida Robert Duvall. Y entre esos complejos se cuela el personaje de Drew Barrymore, que más que florero parece el típico y molesto moscardón. Lucky You arranca con mucha fuerza, con una escena inicial que resume a las mil maravillas la esencia de lo que es el póquer.

a película aguanta el tipo la siguiente media hora, pero a partir de ese momento se va deshinchando a lo largo de su excesivo metraje hasta llegar a un desenlace muy previsible que deja insatisfecho a cualquiera. Entre medias, el espectador asiste a un doble melodrama barato: por un lado tenemos un conflicto paterno-filial que haría sonrojar de vergüenza al mismo Sigmund Freud, y por otro nos encontramos con la edulcorada relación entre Eric Bana y Drew Barrymore. Hay un detalle que es realmente curioso, y es el situar la acción en el año 2003. Supuestamente es para añadir más carga dramática al guión, al contraponer a los jugadores veteranos con las nuevas tecnologías y las nuevas formas de entender el juego. Lo cual resultará bastante incomprensible para todos aquellos que no estén versados en el póquer profesional.

Aparte de la escena inicial, lo más destacable de Lucky You son las partidas de póquer. El resto es para olvidar, lo cual no será fácil debido a las dos horas de duración de la cinta.
Lo mejor: La escena inicial.
Lo peor: Las relaciones entre Eric Bana y Robert Duvall y Eric Bana y Drew Barrymore.
publicado por Francisco Bellón el 26 julio, 2007

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