Magnolia
Después de sorprender a medio mundo con la excelente “Boogie Nights”, el joven director Paul Thomas Anderson , tenía un desafío por delante, hacer que las personas que habían vibrado con la anterior película, encontraran en Magnolia algo realmente estimulante, escribiendo un guión innovador y complejo que cuenta los acontecimientos en la vida de nueve personas durante un periodo de veinticuatro horas en la ciudad de Los Ángeles. En ese sentido, Magnolia empieza de una manera cuanto menos original. En su secuencia inicial, de una manera bastante ingeniosa, aborda tres narrativas de muertes que tienen coincidencias increíbles. A partir de este punto, la cinta bucea en la vida de los personajes, creando en el espectador una expectativa tangible de descubrir como todos se interrelacionan al final de la historia.Tal vez la mayor proeza de Paul Thomas Anderson sea su capacidad en lograr que el espectador se involucre con todas las figuras que cruzan la pantalla. Intercalando diversas tramas, el director consigue mantener un ritmo constante. Así, al mismo tiempo que acompañamos a Earl Partridge en su agonía convaleciente de un cáncer terminal, descubrimos que su esposa está metida en una especie de “cruzada” de autodestrucción por haber engañado durante años a su marido. En medio, conocemos a Frank T.J. Mackey, un “gurú” de la autoayuda que enseña a los hombres inseguros a ligar. Mientras, somos informados, de que, en realidad, Frank es hijo de Earl (cosa que averigua el enfermero del segundo, Phil, a instancias del moribundo). Aparte, Jimmy Gator, el presentador de un programa depreguntas protagonizado por niños superdotados-entre ellas, el pequeño Stanley, siempre presionado por su padre-. Gator es a la vez el padre de Claudia, una joven brutalmente enganchada a la cocaína y que por casualidad conoce al sensible policía Jim Kurring. Y no podemos olvidarnos de Donnie Smith, que en su infancia fue uno de los grandes astros del programa de Gator…y esto sólo es el comienzo, amigos.
Con una galería de personajes tan interesante, sería injustísimo destacar una sola actuación, ya que el reparto de Magnolia es totalmente competente: si por un lado tenemos a Philip Seymour Hoffman, cuya mirada de bondad y comprensión es emocionante, por otro tenemos a Tom Cruise en uno de los mejores papeles de su carrera, intenso y exagerado. Por otro lado, John C. Reilly nos demuestra que merecía un lugar en Hollywood al mantener una química perfecta con la talentosa Melora Walters…y al mismo tiempo que el joven Jeremy Blackman demuestra un talento en ciernes, el veterano Jason Robars rubrica uno de los papeles más intensos de su extensa carrera. Tenemos también al siempre competente William H. Macy, que representa a un indivíduo patético y confuso con sus propios sentimientos. La única decepción, según mi opinión, es la de Julianne Moore(y mira que esta actriz me suele gustar casi siempre), que comienza la cinta histérica y se va desinflando poco a poco.
Con 188 minutos de metraje, Magnolia no cansa, ya que siempre hay algo a lo que mirar en la pantalla. Siempre intrigante, la película posee dos escenas dignas de alabanza: la primera ocurre cuando Jason Robards se acuerda de su primera esposa y lamenta los errores cometidos en el pasado, haciendo un conmovedor discurso a la vez que todos los personajes atraviesan sus propios momentos de dificultad. La segunda es aún más emocionante si cabe, ya que representa el clímax del sufrimiento vivido por todos, que acaban uniéndose para cantar una sola canción.
Repleto de mensajes, el bello guión de Anderson, enfatiza cuestiones como el amor y las decepciones de éste, las complicadas relaciones entre padres e hijos…y son, por nombrar, apenas dos temas de este soberbio filme.
Concluyendo, para mí, Magnolia se convierte en uno de los mejores trabajos de 1999(y mira que este año fue prolífico), así como tengo la convicción que esta película se convertirá, con los años, en uno de los grandes clásicos del cine.
Lo mejor: Reparto coral excelente, a pesar de su metraje no se hace larga en absoluto.La forma de tejer las tramas es exquisita.
Lo peor: Julianne Moore (muy a mi pesar)