La boda de Muriel
Una de esas películas que uno conoce desde hace un porrón de tiempo y que jamás se ha parado a visionar, ha sido hoy, cuando un compañero ha traído la edición en DVD (Ya descatalogada) y al insertar el Disco y empezar a escuchar los primeros compases de “Dancing Queen” de ABBA, cuando, no sé muy bien porqué motivo, he dicho ¡Vamos a verla!Toni Collette realiza aqui el trabajo de su vida, la película que le dió la fama (por cierto, hay que ver la de kilos que se ha quitado esta señorita, parece una versión Australiana de “Rosa de España”), en esta versión “moderna” de Cenicienta, pasada por el tamiz de la tragicomedia más profunda y que en algunos momentos incluso tiene toques del cine más casposo de nuestra España sesentera, acompaña a Collete la actriz Rachel Griffith, a la que hemos podido ver entre otras en “A 2 metros bajo tierra”.
Y es que, es extraño como, de un tiempo a esta parte, para la mujer el contraer matrimonio ha dejado de ser una de sus principales prioridades, ya no existe aquella mundana obsesión por vestir de blanco que vive nuestra protagonista, e incluso en algunos instantes la película parece estar a años luz de la actualidad más reciente.
Lástima que tenga algunas notas agridulces, y una rara sensación final, vaya, un final tan amplio y abierto del que uno lastimosamente se tiene que hacer cargo.
No puedo detenerme sin hablar de la banda sonora de ABBA, donde el tema “Dancing Queen” se repite tantas veces que, no llega a cansar, y es que es lo que tiene el mítico grupo nordico, que uno puede escuchar las canciones varias veces y no sentirse harto en ningún momento.
En definitiva, una de esas películas que parece que lleva toda la vida conviviendo y que a uno le cuesta trabajo sentarse a visionar.
Lo mejor: Toni Collete sin duda...
Lo peor: Ese aire tragi-cómico que envuelve la cinta, y el final tan amplio de la misma.