El crimen del padre Amaro
Una pequeña desilusión. Tanto por el rejuvenecido y ahora fuerte nuevo cine mexicano, como por el tema tratado en esta película que daba para bastante más. A años luz de la sorprendente en su momento Amores Perros (Pulp Fiction a la mexicana) con el punto en común de un Gael García Bernal ésta vez demasiado flojo o poco convincente en el papel del Padre Amaro, un ingenuo e influenciable cura párroco.La corrupción dentro del seno de la iglesia y su poder (demasiado parecido ya al ámbito de un partido político) es conocido por todos (hasta por los propios fieles) aquí reducido a un simple problema de polleras. Nada nuevo bajo el sol teniendo en mente recuerdos mas fuertes como Camila o El Pájaro canta hasta morir.
El problema aquí no es el guión (que en verdad no le sobra nada) sino el aspecto cinematográfico, casi sin miras de profundidad, como hecho a la ligera y mas parecido a una telenovela de la tarde que a una película con atisbos de denuncia. Se narra el crecimiento del padre Amaro dentro de la iglesia y el descubrimiento de cosas no tan sanctas y su posterior decadencia, renunciando al celibato en manos de una bella feligresa. Personajes irreales en situaciones irreales, con secundarios apenas o mal esbozados.
Un cura guerrillero, un intendente inepto hasta decir basta, el mismo Amaro que pasa de ingenuo a amoral en cinco minutos. Otro ejemplo de lo gratuito es el personaje de un humilde viejito que se presenta en los primeros minutos, y que reaparece brevemente hacia el final sin alguna justificación aparente.
Su director, Carlos Carrera parece tomarse el texto del portugués Queiroz (de 1896) demasiado fielmente en su tono, chato y sin explosión a no ser por algunas escenas aisladas (volviendo al sin sentido) como las de una niña enferma o la de una hemorragia hospitalaria.
Bien logrado eso sí, el aspecto lúgubre de una capilla de pueblo con su sobreabundancia de imágenes y tufillo a negocio y un acentuado nihilismo de principio a fin. Solo su sentido contestatario es la razón aparente de existir de este film. Amén.