Corazones solitarios (Lonely Hearts)
El abandono al que ha sido sometido desde hace décadas el cine negro por parte de la industria, es algo que nunca he acertado a comprender. Las películas de este género, cuando se hacen bien, encandilan al público, y se convierten en filmes de referencia y culto para muchos.Corazones Solitarios narra la historia de dos asesinos que actuaron a mediados del siglo pasado y que se dedicaban a seducir a damas adineradas y solitarias para luego matarlas y robarles. Pero lo que podría ser una buena historia se ha quedado en poco más de nada debido a la falta de pericia de su director Todd Robinson, que ni ha sabido crear la ambientación necesaria para atrapar al espectador, ni ha logrado que los intérpretes que componen el elenco representen papeles creíbles ni que transmitan la más mínima sensación a un espectador que poco más que aguantar el rato puede hacer.
El hecho de que nada más empezar aparezca el telefílmico rótulo de “basado en hechos reales” ya hace presagiar lo peor, porque rara vez merece la pena lo que viene después de él; y desde luego, no es ésta la excepción que confirma la regla. Un John Travolta descolocado, escudado por un desaprovechado Gandolfini y una desubicada Salma Hayek, tampoco contribuyen a mejorar el producto final, que se antoja vacuo y falto del empuje necesario para lograr revitalizar un género otrora aclamado.
El que la propia distribuidora haya postergado su estreno en varias ocasiones es clara muestra de la falta de interés por fomentar un género que ha sido fagocitado y marginado por una industria volcada en explotar la vertiente únicamente comercial del cine, sin tener en cuenta, y sin recordar, que normalmente todos los éxitos están precedidos de un buen trabajo.
Lo mejor: Gandolfini, que es la mafia en persona.
Lo peor: Podía haberse aprovechado mucho mejor el guión