Maybe Baby
La comedia romántica perteneció desde los inicios al cine yanki. Tanto por derecho propio como por realizarlas muy bien, como si tuvieran el timming y la fórmula precisas. Cuando se los trata de imitar se logran mamotretos sin vida ni identidad propia. No es este el caso.Uno sabe que en una comedia inglesa encontrará de antemano un estilo propio: buenas actuaciones, ritmo pausado y hasta cierta rigidez salvada solo en algunos pocos momentos en los últimos años –Cuatro bodas y un funeral, Full Monthy– por mencionar solo dos logradas.
Pero si a todo lo enunciado le agregamos una pareja protagónica con peso, eficaz, mas situaciones cómicas sin usar el golpe bajo por el tema tratado -la infertilidad-, la utilización de gags “a la americana” pero sin abusar mechado todo con situaciones dramáticas al tono, nos encontramos ante una película lograda que sin ser ninguna maravilla, deja a la famosa y contemporánea Mi Gran casamiento griego como un juego de niños.
Una pareja exitosa tiene todo menos lo que más ansía: un hijo. Desde allí parten mil y un intentos por solucionar el problema sumándose un repentino bloqueo creativo en Sam (Hugh Laurie de Stuart Little) un escritor de guiones televisivos de escaso exito y el enamoramiento platónico de su novia Lucy (la soñadora Joely Richardson de El Patriota, 101 Dálmatas) de un nuevo compañero de trabajo, el apuesto Carl (James Purefoy de Infidelidad), todo complicando aún más el problema original.
Los rodean secundarios logrados como Tom Hollander como Ewan, un cineasta sacado (casi un clon de Ben Stiller) y Roman Atkinson (Mr. Bean) como un ginecólogo hilarante y freak. También está Emma Thompson como una amiga mística de la pareja desentonando en un personaje sin gracia e insustancial.
Un guión simple y sin fisuras del ignoto Ben Elton que también sorprende en la dirección de su ópera prima. En el debe, algún gag suelto que no aporta nada como la escena de la caspa del protagonista, y la idea inglesa y pedante de meter recitado y de prepo a Shakespeare en cualquier lado.
Un collage de romance, melancolía, comedia y drama. Ni tanto ni tan poco. Para finalizar la reseña, el detalle de un horrible tema de Paul McCartney en los títulos iniciales. Volvé Lennon, te perdonamos…