Shrek 2
Es difícil desde el vamos, cargar con la pesada mochila de ser la secuela de una de las mejores películas animadas de la historia. Sí, Shrek se ganó ese derecho por ser un film casi sin fallas y disfrutable para grandes y chicos de principio a fin.Personajes entrañables, una película infantil pero sin dejar de lado los muchos guiños para adultos, con además un guión sólido y muy entretenida. Al día de hoy un verdadero clásico dentro de su género.
Eso sí, los guionistas ahora se lamentan no haber dejado más puertas abiertas entre los personajes para poder explotar, sorprendidos del enorme éxito de la original que ya se confirmó, tiene asegurada hasta una Shrek IV. Y tienen toda la razón por la preocupación…
No es que falte ingenio o acción. La visita de la pareja de ogros a la casa de los padres de ella, dispara una buena cantidad de situaciones risueñas. La inclusión del hada madrina como nueva villana es tanto original como sorpresiva, pero no nos hace olvidar al increíble lord Farquaad, el príncipe enano de la primera parte.
La música vuelve a destacarse con versiones de Tom Waits, Nick Cave y David Bowie, tanto como las referencias a otros films que son muchas –El señor de lo anillos, Barbie, La Sirenita, Misión Imposible– y las apariciones especiales -y los gags- de Pinocho. Todo disfrutable y espectacular.
La inclusión del nuevo personaje del gato con botas más que sumar, resta. Se superpone con la labor del burro dividiéndose las partes cómicas. Con los mismos recursos de la primera, es un buen film que sería mejor juzgado si no estuviese a su propia sombra. Hasta se repite en el mensaje de resaltar que no hay que hacer diferencias de ningún tipo, y menos en cuestiones amorosas.
La verdad que el gato con botas, con la voz neutra de Antonio Banderas y cantando la trilladísima Livin’ la vida loca… es demasiado. Esperemos que la inminente Shrek III levante en algo la puntería.