El respeto con el que Sam Raimi se acercó a Spiderman en la primera entrega se ha diluido en el ego de un director acostumbrado a hacer las cosas a su manera. El resultado es una película excesiva en muchos aspectos, que entretiene en el arranque y t

★★☆☆☆ Mediocre

Spiderman 3

No soy un conocedor a fondo de Spiderman, pero sí lo suficiente como para saber que un personaje con 45 años de historia ha pasado por muchas manos y que cada una de ellas lo ha moldeado a su antojo. Esto significa que no hay un Spiderman, sino muchos y muy diferentes, aunque todos comparten un perfil que sí pertenece al personaje y no al guionista o al dibujante de turno. Y digo esto porque Sam Raimi ha llevado al cine su visión de Spiderman y, guste o no guste su adaptación, la fidelidad al cómic no debe ser lo que más pese a la hora de hablar de Spiderman 3. Lo que ocurre es que si con la primera entrega los aficionados a Spiderman quedaron bastante satisfechos, me temo que con la tercera muchos estarán que trinan.

El principal problema de Spiderman 3 es que el respeto con el que Raimi se acercó al personaje se ha diluido después de tres películas en el ego de un director acostumbrado a hacer las cosas a su manera. El resultado es una película excesiva en casi todos los aspectos: el metraje (140 minutos), la cantidad de enemigos, el maniqueismo de los superhéroes muy años ochenta, combates imposibles y Tobey Maguire haciendo el payaso durante más tiempo de lo necesario. Todo esto confirma que Raimi ha apostado por una película con mucha acción y una trama sencillita, en vez de por un acercamiento a temas más adultos, a los que un personaje como Spiderman está muy acostumbrado. Da la impresión de que el director ya se ha cansado del arácnido y se despide con una traca final que oculta un gran vacío argumental.

Se presentan en esta película Veneno y El Hombre de Arena, siendo este personaje el más interesante con diferencia. Se deja querer el Lagarto, que seguro veremos en Spiderman 4, y Gwen Stacy empieza a tontear con Parker. Pero lo peor es el cambio que sufre Peter Parker cuando viste al simbionte. El habitualmente alelado reportero se transforma an algo así como el Nicks Rivers de Val Kilmer en Top Secret. La gracia habría estado bien si hubiera durado cinco minutos y lo dejaríamos en aceptable si la cosa hubiera llegado a diez. El problema es que si la cosa llega al cuarto de hora, incluido un número de baile de nuestro amigo y vecino, ya hemos llegado al ridículo más absoluto. Que sí, que nos hemos enterado de que el traje negro lo convierte en un cabrón redomado, no hace falta insistir.

En resumen, Spiderman 3 es una película que comienza siendo entretenida y al final se acaba pidiendo la hora. Al igual que la película de South Park, es más grande, más larga y, desgraciadamente, sin cortes. Sam Raimi nos ofrece de todo y en grandes cantidades, salvo mesura y un guión realmente interesante. Al final, todo es una sucesión de escenas sin un pegamento claro entre ellas, lo que no significa que le falte metraje, sino todo lo contrario. Es cierto que hay destellos de lo que podría haber sido una película interesante, pero intentado contentar a todos los públicos, me temo que ha enfadado a unos y dejado frío a otros. En definitiva, para ver y olvidar.
Lo mejor: El Hombre de Arena, en particular la escena de su nacimiento. La primera escena en la oficina de J. J. Jameson, muy divertida.
Lo peor: El exceso de villanos, de metraje, de humor...
publicado por Taliesin el 6 mayo, 2007

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