La ciencia del sueño
Era una de esas películas con las que uno tiene una especie de fascinación personal, y sin embargo, no se atreve a visionarla por miedo, prejuicios y demás historias, en la mayoría de las criticas que leí calificaban la película como “marciana” palabra que frenaba en seco las ganas que tenía de verla, por fin me armé de valor y dije, venga vamos a ver si coincido con la gran mayoría, y comencé su visionado, mi opinión no puede ser más satisfactoria.Nunca había visto en pantalla una manera más sólida y eficaz de plasmar en imágenes algo tan complicado como es “el lenguaje de los sueños”, y es que como dice un inmenso Gael García Bernal al inicio de la película, los sueños se componen de pensamientos al azar, reminiscencias del día, mezcladas con algunos recuerdos del pasado, amor, pasiones, emociones, y todas esas “iones”, la música escuchada durante el día, cosas que hemos visto y también algo personal, con estas pautas Gondry, por primera vez sin Kauffman, nos construye una comedia romántica (al uso) donde las pautas a seguir nada tienen que ver con lo que hemos visto anteriormente y que mezcladas en un mix, aparece realidad y sueños, cogidas de la mano.
Es fácil visionarla y contemplar algún que otro sueño que nosotros, los sufridos espectadores hemos tenido alguna vez, acompañan a Gael los franceses Charlotte Gainsbourg y Alain Chabat a los que muchos recordaréis como Julio César en las películas de Asterix.
Resumiendo: La mejor plasmación al celuloide de eso que ocurre en nuestra cama cuando cerramos los ojos, imprescindible y recomendable al más no poder.
Lo mejor: Los sueños de muchos plasmados en pantalla.
Lo peor: A veces es algo marciana.