Shooter: El Tirador
Hoy en día hacer una película de acción decente, ya no buena, es una auténtica misión imposible, y no las majaderías palomiteras de Tom “vende-lo-que-sea” Cruise. Por ello, cada nuevo subproducto de acción pergeñado por las factorías de Hollywood es un nuevo experimento por atraer a un público ya hastiado de tanta fotocopia.Aunque parezca mentira decirlo de una cinta de acción, Shooter: El Tirador se basa en una novela ganadora del premio Pulitzer, lo cual lleva a un par de interesantísimas y profundas reflexiones, a cual más sesuda. La primera es ¡sálvese quien pueda!, porque el film puede ser el mayor esperpento exhibido en una pantalla de cine desde la retirada de Bud Spencer y Terence Hill. Y la segunda es cuan bajo han caido los antaño prestigiosos premios Pulitzer. Porque, maquinaria promocional aparte, y siempre salvando las distancias, Shooter: El Tirador es un burdo acercamiento a Acorralado, es decir, a Rambo. Después de semejante planteamiento, es inevitable pensar que Training Day no fue más que un accidente en la carrera de un director que posee en su filmografía verdaderas joyas de culto como Lágrimas del Sol, El Rey Arturo o el corto The Call, misterio pseudopublicitario realizado exclusivamente para internet. Pero hay que ser justos, el nuevo trabajo de Antoine Fuqua nos ha regalado escenas realmente imprescindibles, ya que gracias a la cinta hemos descubierto que gracias al punto de cruz cualquier persona es capaz de extraer una bala como el más pintado. Por no hablar del resto de perlas en forma de frases lapidarias, que dejan a Harry Callahan en un ferviente militante pacifista.
En definitiva, Shooter: El Tirador es un nuevo y horroroso ejemplo del cine de acción que produce Hollywood: un sinfín de piruetas visuales sin ton ni son, con el único propósito de marear y confundir al espectador. Por no mencionar todo el aura de patriotismo usamericano que rodea a la película, tan cargante como insoportable.
Lo mejor: Con la predisposición adecuada, uno se puede reir de la película muy a gusto.
Lo peor: Todo el conjunto.