Diario de un escándalo
Ha pasado más de un mes desde que se entregasen los Oscar, y cuando ya parecía que había finalizado la resaca de los ganadores (y también de los perdedores), de repente vuelven a salir a la palestra. Y es que llega a las carteleras españolas una de las películas que optaban a varias estatuillas de las importantes (guión adaptado, actriz, actriz de reparto y música), la británica Diario de un Escándalo.Nadie podrá dudar de la buena forma que vive el cine británico en la actualidad, tanto en calidad como en repercusión internacional.Richard Eyre nos ofrece la adaptación de la polémica novela de Zoe Heller, que narra la relación que surge entre dos profesoras, Barbara (Judi Dench) y Sheba (Cate Blanchett). Sheba está casada con un hombre más mayor que ella, Richard (Bill Nighy), mientras que Barbara permanece soltera. Su relación dará un giro cuando Barbara descubre la aventura que mantiene Sheba con uno de sus alumnos, Steven (Andrew Simpson). Una de las virtudes de Diario de un Escándalo es que se atreve a explorar temas muy difíciles y controvertidos, casi tabúes. Pero a diferencia de lo que venden los trailers, Richard Eyre lo hace con un gran cuidado, sutileza y sensibilidad, sin juzgar a sus personajes. En ningún momento la cinta cae en el sensacionalismo ni en los caminos fáciles. El sólido guión de Patrick Marber contiene a unos personajes muy bien construidos, mostrándoles en toda su humanidad, repleta de sentimientos, alegrías y miserias. El ritmo que imprime Eyre al film es excelente, y la duración es la justa y necesaria, ni un minuto más. A pesar de las virtudes de la historia, por encima de todo destacan Judi Dench y Cate Blanchett, que realizan unas interpretaciones sencillamente colosales. Ambas se embarcan en un verdadero tour de force interpretativo (el mejor en muchos años), bordando unos personajes complicadísimos, haciéndolos creíbles y cercanos para el espectador.
Diario de un Escándalo es una película imprescindible, un clásico moderno, que invita a un espectador inquieto a reflexionar sobre la gran variedad de temas y preguntas que plantea la historia. Y es una oportunidad como pocas de ver a dos de las mejores actrices del panorama cinematográfico actual en un duelo interpretativo de los que hacen época.
Lo mejor: Judi Dench, Cate Blanchett, y la mirada de Richard Eyre.
Lo peor: Que nos la vendan como una historia sensacionalista.