Brokeback mountain
Muchas de las grandes historias de amor de todos los tiempos tanto en la literatura como en el cine giran, principalmente, en torno de parejas que, poseídos por un amor y una pasión arrebatadora, están obligados a mantenerse separados en función de aspectos sociales, políticos o convencionalismos sociales: Brokeback Mountain, el nuevo trabajo del cineasta taiwanes Ang Lee cuenta una de estas historias,que gira en torno de dos personas que, ante la imposibilidad de asumir delante de todo el mundo lo que sienten una por la otra, procesan de manera diferente sus sentimientos.El apunte de que los amantes en cuestión son hombres es un mero detalle. Es obvio que un romance entre dos Cowboys, figuras icónicas del imaginario del cine norteamericano, sería algo difícil de describir, sin embargo, el bello guión de Larry McMurtry y Diana Ossana(inspirado en el relato corto de
Annie Proulx) transforma este obstáculo en una historia en el que la relación de los dos personajes se cuenta de una manera natural y sensible: contratados para guardar un rebaño de ovejas en lo alto de la montaña Brokeback, Ennis del Mar (Heath Ledger) y Jack Twist( Jake Gyllenhaal) son llevados a aislarse del mundo por algunos meses, teniendo solo la compañía el uno del otro. Inicialmente reservados (especialmente Ennis), establecen unos lazos de forma gradual, primero convirtiéndose en amigos, confidentes después y, para sorpresa de ambos, en amantes. Establecida ya esta conexión, los vaqueros inician un romance imposible que, atravesando décadas, se irá volviendo cada vez mas trágico en función de los conflictos entre dos temperamentos tan distintos.
La película retrata la relación de Jack y Ennis como algo más que un simple deseo sexual: presos en realidades que le son hostiles, los dos hombres encaran sus encuentros esporádicos como oportunidades para relajarse y sentirse felices, completos. Casados y convertidos en padres de familia,
ellos intercambian confidencias sobre sus problemas conyugales y sobre otros encuentros heterosexuales. Huyendo de estereotipos que puedan degradar a los personajes, Ledger y Gyllenhaal ofrecen actuaciones fundamentales para el éxito de la narrativa; como Ennis, Ledger mantiene una postura siempre tensa y de expresión constantemente cerrada, como si estuviese eternamente defendiéndose de un ataque que puede venir en cualquier instante. Introspectivo y reprimido, apenas tiene dificultades para expresar sus sentimientos, embrutecido por una existencia miserable y por el abandono, Ennis encuentra la protección en el silencio- incluso cuando habla, la boca apenas se le abre, como si aquello representara un esfuerzo pavoroso-. Así, la intensidad de lo que siente por Jack representa, para el, una bendición y una maldición: por un lado, con el vaquero se siente libre para expresarse(aunque no mucho), por otro, la carga de culpa y miedo provocada por un entorno lleno de prejuicios lo transforma en una figura atormentada por lo que está sintiendo. Jack Gyllenhaal, por su parte, encarna a Jack Twist como una persona francamente mas emotiva y dispuesta a aceptar (y a expresar) los propios sentimientos. Cuando se da cuenta que lo que siente por Ennis es sincero y es amor, el no duda en sugerirle que dejen a sus esposas y vivan juntos, aunque corran el riesgo de convertirse en víctimas de la violencia inspirada por la intolerancia.
Además de esto, una de las cuestiones que más me fascinan de Brokeback Mountain es el respeto a la naturaleza de la relación de Ennis y Jack: mientras este último es obviamente gay, demostrando interés sexual por otros hombres, el primero jamás denota una atracción similar. La impresión de que Ennis se enamora de Jack por el mero hecho de ser un hombre es por lo tanto, una mera casualidad. Cuando está lejos de Twist, el personaje de Ledger jamás parece reparar en otros hombres, mostrándose claramente mas atraído por el sexo opuesto. En contrapartida, la única relación heterosexual de la que tenemos constancia por parte de Jack es la de su mujer, que desde el
momento en el que surge en la pantalla, presenta una personalidad firme y que confiere a Jack la condición de la mitad pasiva del matrimonio-incluso sexualmente, ya que la iniciativa de abordarlo es de ella.
Es por esta razón que Ennis no toleraría saber sobre otras relaciones homosexuales de Jack; para Ennis, esa situación representa algo único que solo les afecta a ellos, y descubrir que Twist mantiene relaciones con otros hombres sería un golpe demasiado duro para el. Infelizmente para ambos,
Ennis no es capaz de asumir lo que siente de manera completa, y no es solo respecto a la relación con Jack, sino que también se vuelve inaccesible para la esposa y las hijas.
Pero no sólo el elenco masculino es el que brilla en este filme: la torturada esposa de Ennis del Mar, Alma (interpretada por Michelle Williams) construye un personaje cuya falta de cultura y de sofisticación intelectual, aliada con el machismo de la sociedad en la que vive, imposibilita la
adopción de una postura mas decidida en relación al romance de su marido con otro hombre. Y si Anne Hathaway tiene la oportunidad de demostrar su alcance dramático durante una difícil conversación que mantiene con Ennis por teléfono cuando su personaje se ve obligado a reconocer duras verdades que
siempre procuró ignorar, la veterana Roberta Maxwell, como la madre de Jack, ofrece una escena buenísima en la cual demuestra su compresión y su dolor simplemente a través de las miradas, en una actuación que merecía (casi mas que la de Williams) una nominación para los Oscar.
Envuelta por la bella banda sonora instrumental de Gustavo Santaolalla, que se muestra tan intimista como la interpretación de Heath Ledger, Brokeback Mountain cuenta también con un trabajo sutil pero eficaz en cuanto a la dirección artística: observen como por ejemplo, la casa de Ennis y Alma presenta colores siempre tristes y opresivos, reflejando la existencia gris del matrimonio, y como también la residencia de Jack y Lureen está decorada claramente con los gustos de ella, ayudando a que el personaje de Gyllenhaal se muestre como un extraño en su propio hogar. Elementos como estos ayudan a demostrar la sensibilidad como cineasta de Ang Lee, que también acierta al establecer un ritmo pausado, contemplativo, permitiendo que conozcamos a los personajes con la calma necesaria. También hay que decir en su contra que Lee debería haber exigido un mejor maquillaje para Heath Ledger, ya que su envejecimiento, a pesar de la óptima actuación del actor, no convence mucho que digamos.
Dejando a un lado la homosexualidad, la historia de amor narrada en Brokeback Mountain llega por ser universal. Es perfectamente posible, para cualquier espectador, identificarse con el dolor de los protagonistas, independientemente de las opciones sexuales de cada uno. Es por eso, que en la lista de grandes romances trágicos de la historia del cine haya que dejar un sitio también para Jack Twist y Ennis del Mar.
Lo mejor: Una bella historia de amor independientemente de la opción sexual de cada uno.
Lo peor: Lee debería haber exigido un mejor maquillaje para Heath Ledger.