Casanova
El legendario seductor protagoniza esta comedia costumbrista ambientada en la Venecia del siglo XVIII, haciendo honor a su fama de ligón empedernido.No espere mucho de este estreno que pone en la palestra los asuntos más turbios y amorosos de un personaje real alrededor del cual se instauró una curiosa mitología debido a su fama de inconstante y cínico vividor, demasiado realista para la época que le tocó vivir.
Giacomo Casanova inició a temprana edad su carrera de coquetería y aventuras con diversas mujeres, haciéndose popular a través del tiempo como el prototipo de amante y aventurero. El hombre da paso al mito y ahí es donde entra su relación con Francesca Bruni, una mujer liberal que publica panfletos de liberación femenina. Pero lejos de constituir una crítica a la religión o al machismo, esta liviana película, sin más pretensiones que las de entretener y ayudarnos a pasar la tarde de sábado, nos plantea los enredos que sustentan la trama sin hacernos pensar demasiado en ellos.
Francesca, la única mujer que logró resistirse a sus encantos y rechazarlo, articula todo el argumento de este ir y venir de disfraces, duelos, engaños y carreras con la Serenísima de fondo, si me apuran, lo mejor de este filme en la línea de “Shakespeare in love”, aunque más cercano a la historia un tanto anodina de Algo de que hablar. Precisamente este título es del mismo director, que a su vez cuenta con ciertas perlas en una filmografía que avanza en paralelo a la del último cine de Hollywood, aunque algo más trabajada: las cintas “Las normas de la casa de la sidra” y “Chocolat” son de las más curiosas de todas las filmadas por el sueco Lasse Hallström, pero debemos ceñirnos a Casanova, carente de toda emoción dramática y valor histórico.
Llegados hasta este punto recomendamos la adaptación que del libro de memorias de autobiográficas realizó en 1976 Federico Fellini, con Donald Sutherland en el papel del seductor que sentía la necesidad de labrarse al menos una conquista femenina al día. Tiene este Casanova, eso sí, algunos puntos a su favor: un reparto formado por los siempre correctos Lena Olin, Oliver Platt y Jeremy Irons, que arropan a Heath Ledger en una interpretación plana pero capaz de conquistar al público femenino (después de lidiar con Brokeback mountain), ciertas imágenes reales de la insólita Venecia y una lejana reflexión a partir de flecos morales, como la reivindicación lógica de la igualdad intelectual femenina. Por destacar algo.
Lo mejor: El reparto y la interpretación, aunque plana, capaz de conquistar al público femenino.
Lo peor: Nos plantea los enredos que sustentan la trama sin hacernos pensar demasiado en ellos.