Fue sin ningún lugar a dudas un giro en la carrera del director, un giro necesario para adaptarse al nuevo cine que poco a poco se iba implantando

★★★★★ Excelente

Psicosis

En el año 1960 nadie esperaba que Hitchcock fuese a realizar una película como “Psicosis”. El orondo director inglés llevaba durante mas de 20 años en la cima del cine mundial con su elegante suspense, con sus tramas persecutorias y con un cine personalísimo con unas constantes básicas claras en cada cinta que dirigía.

Justo antes de ese año, Hitchcock se encontraba en su etapa mas madura y genial. Acababa de dirigir obras maestras como “La ventana indiscreta”, “Vértigo” o “Con la muerte en los talones”, en las cuales tanto Paramount como MGM, habían proporcionado a Hitchcock altos presupuestos para poder satisfacer sus peticiones, es decir, las presencias de actores de la talla de James Stewart, Cary Grant, Grace Kelly, James Mason, Kim Novak o Eva Marie Saint, precisamente actores predilectos del director, o para poder rodar en las mejores localizaciones y con la mejor técnica.(Hitchcok conseguiría en estas tres obras un aplastante dominio del color y manejo de la cámara, no hay mas que ver la alta inversión que hizo Paramount para la escena del campanario de “Vértigo”)

Por todas esas razones sorprendía que Hitchcock se fijase en una pequeña novela de misterio, escrita por Robert Bloch, para hacer de ella su siguiente película. Además Hitchcock, decidió que “Psicosis” fuese en blanco y negro, sin estrellas rutilantes, con equipos técnicos puramente televisivos. Drásticos cambios que a priori no fueron demasiado comprendidos por la productora y el entorno de Hitch, pero que a posteriori se confirmaron como los idóneos, para una historia de semejantes características.

“Psicosis” podría haber sido perfectamente un capitulo extendido de la serie “Alfred Hitchcock presenta” de gran éxito por aquel entonces, sin embargo Hitchcock vio algo mas en ella, vio una terrorífica historia que podría aprovechar para dar rienda suelta a una nueva visión cinematográfica. Porque “Psicosis” no se parece en nada a todo lo que Hitchcock había rodado. Si en toda su carrera, el inglés fue amante de la sugerencia, aquí prefirió mostrar, si le gustaba lo selecto, lo lujoso, aquí prefirió lo austero y con todo ello, Hitchcock consiguio establecer un nuevo modelo de cine de terror, una pelicula que seria la madre del conocido “psycho-killer” o cine de asesinos en serie, así como una manera de rodar radicalmente novedosa que aumentaba la inquietud o el terror del publico. Se podría afirmar, que no existirían “Henry, retrato de un asesino”, “El silencio de los corderos” o “El estrangulador de Boston”, así como todo el posterior cine de terror si Hitchcock no hubiese hecho “Psicosis”.

“Psicosis” contaba la historia de una mujer (Janet Leight) que robaba una alta cantidad de dinero a su propia empresa con la intención de poder comenzar una nueva vida con su novio (John Gavin). En su huida, pararía a descansar en un perdido motel de carretera regentado por una misteriosa madre y su hijo (Anthony Perkins). Esa llegada al motel precipitaría unos hechos macabros, de trágicas consecuencias para la ladrona.

Hitchcock acertó de pleno en todas y cada una de las decisiones de la película. El blanco y negro dotó a la película de un terror adicional, que venia como anillo al dedo a la hora de conseguir la lugubridad del motel o de la casa Bates, o la facilidad para poder ser explicito al mostrar sangre derramada. La elección de los actores fue impecable. Un semidesconocido Anthony Perkins compuso un memorable asesino, tímido y con complejo edípico. Janet Leigh debutó como “rubia de Hitchcock”. El director estuvo acertado al pensar que siendo ella la actriz mas famosa del reparto, su precipitada muerte en la cinta haría que el personal se descolocase. En cuanto a los secundarios, Martin Balsam, John Gavin y Vera Miles fueron idóneos para sus respectivos papeles.

Una vez más, Hitchcock utilizó su famosa técnica del Mcguffin, dotando de una importancia principal al robo llevado a cabo por Marion Crane (Janet Leigh) para de repente desviar la historia hacía lo verdaderamente interesante, el motel Bates y sus inquilinos.
Hithcock metió el miedo en el cuerpo al personal, que creía que estaba ante una nueva y persecutoria película del director, y que súbitamente se encontró con un explicito asesinato y un sorprendente asesino.

La escena de la ducha tuvo el lógico impacto en el espectador, que todavia se conserva fresco hoy, al revisar la cinta. Tres fueron las claves del excelente funcionamiento de esta secuencia, que la han establecido como la secuencia mas popular de la historia del cine, como el grito mas famoso.

Por un lado, la musica de cuerdas de Bernard Herrmann, el musical habitual de Hitchcock y responsable del mayor impacto de muchas de las obras del maestro inglés. Inicialmente, la escena del asesinato en la ducha no tendría mas sonido que el del cuchillo y el grito de Crane, si bien, al escuchar Hitchcock lo que Herrmann había compuesto dio mas que el visto bueno a la utilización de esta música en la escena,
Por otro lado está Saul Bass, creador de los títulos de “Vértigo” y “Con la muerte en los talones” y que diseñó, mano a mano con Hitchcock y plano a plano la mítica secuencia de la ducha. En último lugar, George Tomasini, montador habitual de Hitch, monto la difícil secuencia a la perfección.

La genial planificación de la secuencia al completo ya haría por si misma famosa a “Psicosis”, pero había muchos mas hallazgos en la cinta como para ser desplazados por la fama de esta única escena. No menos espeluznante y genial es para mi el asesinato del detective Milton Arbogast (Martin Balsam). Haciendo gala, Hitchcock de su manejo del suspense durante la entrada indebida del detective en la casa Bates, el director remató la escena con un plano en picado de su asesinato a manos de la señora Bates, que sinceramente ponía los pelos de punta.

Como bien pronuncio su guionista, Joseph Stefano, “Psicosis” es importante porque le falta todo lo predecible en Hitchcock hasta aquel momento”. “Psicosis” era inesperada, nadie pensaba que un director tan elegante fuera a mostrarnos por primera vez en cine un váter, un cadáver, la desnudez en una ducha y ante todo una clarísima frialdad en los protagonistas en cuanto a lo macabro, lo sexual, lo prohibido. Era sin ningún lugar a dudas un giro en la carrera del director, un giro necesario para adaptarse al nuevo cine que poco a poco se iba implantando. Y de nuevo, Hitchcock se adelantaba.
publicado por Robgordon el 9 mayo, 2006

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