Silent Hill
Silent Hill está basada en un video juego al que nunca jugaré, que tiene pinta de ser de miedito y yo no estoy para estos sustos.La película trata de una pareja que tienen una hija adoptada de unos once años. Esta es noctámbula y suele tratar de matarse durante sus correrías nocturnas, gritando que está en Silent Hill. Total, que la madre aún con la oposicion del padre, va a Silent Hill, que es un pueblo abandonado de los Estados Unidos, que sufrió una cadena de horribles incendios hasta hacer su atmósfera irrespirable. Pero nada más llegar allí, y cuando son perseguidas por una policía en moto, sufren un accidente. Cuando se despierta en el coche, su hija no está y la policía la trata de detener. Una extraña niebla les sobrevuela, con una continua nube de ceniza. Está en Silent Hill.
Oye, que película más interesante. Me esperaba algo de muchos efectos especiales sin ton ni son, con mutantes asesinos y heroinas que empiezan siendo amas de casa con los rulos. Pero no, ni mucho menos. Esta película tiene una trama sólida, con una atmósfera muy trabajada, asfixiante en todo momento. Me ha encantado que existan dos investigaciones paralelas, una de ellas que transcurre entre dos mundos paralelos. El único tema es que para enterarse bien hay que andar muy atento. A cada fotograma, la cosa se va enredando, solucionándose al final, pero si no la has seguido bien, se te queda un poco de cara de tonto. Y el final me ha parecido muy serio y muy bien cerrado, sin patochadas ni tonterías.
Resumiendo, película de intriga sobre escenarios fantásticos, con mucho hilo argumental y algún que otro susto para liberar tensiones. Para verla con los sentidos alerta, para no perdernos entre nombre, fechas y personajes.