A Shyamalan no le falla nunca una idea original, y siempre viene con algo nuevo. Consigue lo que muy pocos cineastan logran, y es que los espectadores esperan de forma impaciente cada una de sus películas.

★★★★☆ Muy Buena

La joven del agua

M. Night Shyamalan consigue lo que muy pocos cineastan logran, y es que los espectadores esperan de forma impaciente cada una de sus películas. Gustarán más o menos, pero su visionado es obligatorio para quienes gustan de cine bien estructurado.

A Shyamalan no le falla nunca una idea original, y siempre viene con algo nuevo. En El sexto sentido nos dejó boquiabiertos a todos con ese final que nadie veía venir, un hito en la historia del cine. El Protegido defraudó a muchos por apartarse del sendero del terror y configurar una historia del bien y el mal con un final bastante anticlimático. Con Señales volvió a un semi-terror con sombras en
los tejados y pisadas detrás de las puertas. Nadie esperaba que los marcianos aparecieran, y eso cabreó a más gente. El Bosque fue un
engaño para muchos que, viendo el trailer, fueron a ver una historia de terror con monstruos y encontraron algo más profundo y mundano.

El problema viene ahí. Si vas a ver queso, porque el anuncio enseña queso, que te den carne en el cine jode mucho. El trailer de La Joven del Agua vende una historia de terror con monstruos despiadados y sin embargo estamos ante un cuento fantástico, infantil y romántico, con sus buenos y sus malos, pero un cuento en definitiva. Quien se acerce al cine a ver otra cosa saldrá echando pestes.

Todo este speech sirve para entender por qué esta película ha fallado con el público. Shyamalan se la ha jugado varias veces y algunos
pueden estar cansados de tantas florituras para contar una historia. Si encima confunde al personal en los avances, el boca a boca puede ser implacable. El por qué del machaque de la crítica puedo entenderlo en cierta medida. Para ver esta película se necesita ir con la mente bien limpia al cine, olvidando quien la dirige y qué dirigió antes. Metiéndote a tiempo en la historia saldrás de la sala con la sensación
de que te han contado el cuento de antes de dormir con una puesta en escena magistral. Si no lo consigues, podrás decir que La Joven del Agua es la mayor paja mental hasta la fecha de un egomaníaco llamado M. Night Shyamalan. Así de claro. Soy de los primeros, pero no soy tan obtuso como para no comprender que puede haber de los segundos a montones.

Cleveland (Giamatti) es el arreglalo-todo de un residencial que descubre una noche a una misteriosa joven (Dallas Howard) salida de la
piscina comunitaria. Esa joven es una narf, criatura salida de un antiguo cuento infantil, y que tiene que volver a su mundo, sorteando
a un monstruo que la acecha. Para regresar a donde pertenece necesitará de la ayuda de Cleveland y otros inquilinos del
residencial, que tendrán que despojarse de sus prejuicios para aceptar
el papel que juegan en el mundo de fantasía de la narf.

Paul Giamatti mantiene ese estereotipo de hombre inseguro y con pasado trágico que es tan típico de Shyamalan, dando más el tono de apocado que el habitual Willis o Gibson. Su interpretación es impecable entre tanto caos, y tal vez su escena del sofá, comportándose como un crío de cinco años para saber más del cuento donde sale la narf, sea el mejor resumen de lo que es la película en sí, un cuento salido de la mente de un niño. Lo que parece más increíble es que una persona normal cuestione tan poco el origen fantástico de una tía salida de una piscina. Supongo que digerirlo en varios días pararía el ritmo de la película, pero choca un poco.

El contrapunto se lo da Bryce Dallas Howard, que tampoco es que tenga demasiadas líneas a pesar de estar presente en todo el metraje. Su papel es callado pero tremendamente expresivo. Ya le salió bien en El Bosque, y no puedo imaginar qué hubiese sido en manos de otra actriz. Cumple el objetivo de forma sobrada. Sobrada, pero en sentido negativo, es la decisión del director de convertirse en actor. En las demás películas salía en forma de cameo. Aquí tiene un papel bastante principal, y sólo me lleva a pensar que ha querido reservarse protagonismo de forma innecesaria. Me hace tener recelo a su personaje sin saber muy bien cómo explicarlo, y sin duda es lo peor hablando de interpretaciones entre todo el elenco que conforma el residencial donde aparece la joven protagonista.

La Joven del Agua es una película donde todos y cada uno de los personajes deben buscar su lugar en la operación de salvación de la
narf, pero también en el mundo. Tantas idas y vueltas pueden ser confusas, pero las piezas encajarán al final. Estéticamente es
impresionante. Visualmente no tiene comparación con nada que hayamos visto este año
. Pero también será incomprendida entre un amplio sector del público. Es como si Shyamalan necesitara de forma imperiosa dotar a todas sus películas de un fondo trascendental que agobia a quien no tiene ganas de muchas complicaciones. Pero así es Shyamalan, y el error está en convertir en blockbusters con pretensiones estratosféricas de taquilla unas películas que ante todo son apuestas personales.

Si creiste que El Bosque era una tomadura de pelo, con La Joven del Agua terminarás de por vida con este director. Los demás seguiremos impacientes ante cada estreno de un director, que con la amenaza de sentirse incomprendido por la industria, puede acabar dando giro a su forma de concebir el cine, y sería una pena, porque aún a algunos nos gusta que nos cuenten historias, que es muy diferente a una sucesión de hechos.
publicado por Bloody Will el 28 agosto, 2006

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