Silent Hill
El día que me enteré, hace algunos años, que iban a rodar una película acerca de la famosa saga de videojuegos “Silent Hill” he de confesar que algo me puso extremadamente alerta: siendo dicha saga una de mis favoritas, con cuatro juegos a cada cual mejor y con una filosofía que nada tenía que envidiar a muchos libros o películas, tenía la extraña sensación de estar ante un nuevo fiasco dentro del futil intento (hasta que salga algo medianamente decente) de intentar llevar un videojuego a la gran pantalla. Pasó con las dos entregas de Resident Evil, hechas para lucimiento de la “actriz” Mila Jovovich, y echando la vista hacia atrás, con las infumables “Street Fighter”,”Mario Bros”, sin hablar por supuesto de esos engendros llamados “Mortal Kombat” o “Alone in the Dark”. Curiosamente, dichas películas proceden de juegos con calidad reputada, cualquiera que sepa un poco acerca del mundillo consolero sabrá que son títulos con renombre . Pero amigo mio, en películas son desde luego, otro cantar. Quizás, la única y honrosa excepción sea “Final Fantasy”, pero claro, lo que salva a este título es que precisamente no está basada en ni uno solo de los 12 juegos, y creo que ahí estuvo el mérito de salvar al menos los muebles(mi cuerpo se convulsiona al saber que se va a adaptar tambien “Metal Gear Solid”). Partiendo de esa base, de mi total y absoluta subjetividad a la hora de hablar de la última película de Christophe Gans(al que tengo algo estigmatizado ,no, no me gustó nada “El pacto de los lobos”), me dispongo a hablar de la película en si.Aunque, como menciono en el párrafo anterior, el director no me daba mucha confianza, no era así el nombre del guionista Roger Avary, co-creador de uno de los guiones sin duda más brillantes de la historia del séptimo arte: Pulp Fiction , del siempre correcto(aunque no brillante) Sean Bean y del fantástico trabajo musical llevado a cabo por Akira Yamaoka(que lleva la música de los juegos directamente a la pantalla), pensé “que demonios, vamos a darle un voto de confianza a esto”.
Básicamente la película toma como base más o menos aproximada el argumento del primer juego aunque mezcla conceptos de todos ellos, en el que una madre (Rose, interpretada por Radha Mitchell) acude a Silent Hill, el pueblo que su hija no para de nombrar en sueños, con la esperanza de encontrar respuestas a ciertos comportamientos extraños de su hija. Una vez en la entrada del pueblo, todo parece cambiar y el coche de Rose pierde el control, quedándose nuestra protagonista inconsciente.
Cuando despierta, su hija Sharon ha desaparecido, por lo que sale del vehículo y se dirige caminando hacia el pueblo, a la expectativa de lo que se pueda encontrar. Silent Hill, por otro lado, está totalmente desierto, y una especie de neblina cubre todo el pueblo sin que se pueda ver gran cosa alrededor . A partir de este momento y en líneas generales, el argumento se mantiene interesante, a la expectativa de lo que pueda pasar, y cuando acontece, uno se asombra de uno de los pocos aciertos del filme: el buen trabajo a la hora de modelar a las extrañas criaturas que pueblan la ciudad, por lo que podría afirmar que la primera mitad de la película me parece bastante decente. A partir de ese momento, el argumento cae en picado convirtiendo una idea excelente – la del primer juego, que si se hubiera llevado tal cual a la pantalla hubiera sido un pelotazo- se convierte en un batiburrillo de ideas, en el pobre intento de condensar lo incondensable: 4 argumentos totalmente diferentes entre sí en uno solo. Para que os hagais una idea, es como si condensáramos toda la saga de Star Wars en una sola cinta (¿que saldría de ahí? Nada bueno, seguro). Os recomiendo vivamente que si queréis y podéis, le deis una oportunidad a los juegos, no tienen nada que ver con la cinta y son pequeñas obras de arte.
Quizás a la gente que no conozca de nada los juegos pueda mínimamente interesarle, pero aun así me temo que no obtiene ni el aprobado.
Lo mejor: La música(aunque eso no tiene mérito, ya que están sacadas directamente de los juegos) hecha por el maestro Akira Yamaoka
Lo peor: Intentar resumir 4 historias independientes entre si en una hacen que salga un batiburrillo como este.