United 93
Era necesario mucho coraje para abordar acontecimientos tan recientes y traumáticos para un país como los atentados del 11 de Septiembre para los EE.UU. Sólo por eso Paul Greengrass se merecía un aplauso por llevar a cabo “United 93“. Pero es que además nos ha regalado un peliculón de los que se hacen pocos.Si no sabes lo que sucedió el 11 de Septiembre de 2001 en los USA no sigas leyendo esta crítica porque contiene ciertos detalles reveladores. Si ya lo sabes, seguramente no necesitaría recordarte que el United 93 era el avión que dicho día, mientras New York sufría los ataques a las Torres Gemelas, se estrelló en Pennsylvania tras ser secuestrado por unos terrorristas.
No es necesario decirlo pero el respeto por las víctimas y sus familias era, evidentemente, una condición indispensable para que a cualquiera le dejasen dirigir esta película. En ese sentido el guión y la dirección de Greengrass son ejemplares. Pero es que además no ha incurrido en los estereotipos en los que yo pensé que sí iba a incurrir respecto a la figura de los terroristas, que son aquí retratados con bastante objetividad. Lo que hicieron fue un crimen brutal y sin excusa posible y el hecho de que gente aparentemente normal pueda cometer semejante atrocidad resulta mucho más terrible que si los retratamos con cara de malos, cicatriz en el rostro y antipáticos.
Con el fin de hacernos mucho más real y creíble la historia, el estilo de la película recuerda deliberadamente al cine documental. Ayuda también a meterse en la película la utilización de actores casi desconocidos, llegando de hecho a utilizar auténticos controladores de vuelo para algunas escenas. Pese a ello no podemos olvidar que se trata de una cinta de ficción y su fidelidad a los hechos no debería ser lo que decidiese nuestra opinión sobre ella. Y más aún teniendo en cuenta que posiblemente nunca sepamos con exactitud lo que sucedió aquel día.
La película está dividida en dos partes bien diferenciadas. En la primera asistimos a la gestación de la tragedia: los terroristas comenzando el viaje hasta el aeropuerto, los preparativos de la tripulación del avión, la torre de control, los centros de vigilancia aerea… En definitiva todos aquellos que jugaron un papel activo o pasivo en el fatídico día. La segunda parte se centra ya definitivamente en lo que sucedió en el interior del vuelo 93: el secuestro del avión y el convencimiento progresivo de los pasajeros de que la única salida posible era luchar contra los terroristas.
¿Estilo de documental? ¿Actores casi desconocidos? ¿Dos partes bien diferenciadas? ¿Escenas con auténticos controladores aéreos? Contado así quizás a muchos no os suene muy atractivo pero… el ritmo es tan frenético, tan vivo, que no hay lugar para el aburrimiento. Desde el comienzo el espectador asiste enganchado a los acontecimientos. Más aún. Pese a conocer de antemano el desenlace de la historia, tiene incluso la esperanza de que suceda algo que la evite (sensación ésta que sólo las grandes películas saben transmitir).
Pero si una palabra define a la perfección mi experiencia viendo la película, esa palabra es angustia. Hacía mucho tiempo que no me metía tan dentro de una película y pasaba momentos tan angustiosos en su interior. Paul Greengrass ha conseguido crear una joya del cine partiendo de una tragedia humana y nos ha regalado noventa minutos maravillosos y angustiosos a la vez que se ven culminados por un cuarto de hora final en el que es imposible contener la emoción.
Mi única duda sobre la puntuación de esta película es ver cómo la trata el paso del tiempo y de generaciones venideras a las que la tragedia narrada les resulte lejana. Será dentro de unos años cuando se pueda decidir con mayor objetividad si “United 93″ es o no una obra maestra. De lo que no tengo ninguna duda es de que estamos ante una de las mejores películas del año.