La increíble historia de Caperucita Roja
Después de abrir el cine de animación a la provocación, gamberra aunque moderada, con Shrek, a la profundidad psicológica, o al colegueo de las modernas animaciones, parece que el público de dibujos animados ya está preparado para dar otro salto, y penetrar los arcanos del cine caleidoscópico, la herencia de Ciudadano Kane, Rashomon o Cautivos del mal. Cuando el inspector de policía Nicky Croak llega a la escena del crimen, descubre que Caperucita, el lobo, la abuela y el leñador tienen cuatro versiones muy diferentes sobre la misma historia.Cory Edwards no llega al extremo de hacer contradictorias las versiones de los cuatro protagonistas, no obliga al espectador a adivinar quien de ellos miente. Ni tampoco llega a pedir el ejercicio tarantiniano de cambiar de simpatías en cada versión. Adapta el cuento de Perrault a los tiempos que corren con la omnipresencia de los medios de comunicación y algún homenaje a Misión Imposible y a la obligada Matrix. Tambien deja atrás su bobo trasfondo sexual. Está contada con la intención de encontrar un final feliz para un cuento más bien sanguinario. Y se puede felicitar a los autores por los dos giros que había que engarzar para conseguirlo.