La máquina de bailar
El cine patrio es un curioso modo de definir un tipo de humor que sólo gusta en España. Ese tipo de hacer chistes que nadie más entendería, si no nosotros. Son las películas de Pajares y Esteso, de Segura, de Chiquito, etc. Son los chistes de este último, de Marianico el Corto, de Arévalo, etc. Humor grumoso que se le conoce. Y habitualmente me encanta, eso sí.La película trata de un grupo de chavales que se unen para participar en el concurso nacional de la máquina de bailar, una recreativa en la que se dan pasos de baile. Los motivos son dispares y están comandados por Jonnhy, un tullido “jefe” de recreativos que en sus tiempos fué un gran bailarín (amén de otras cosas). También aparecen por allí el dueño de los recreativos, unos legionarios y unos orientales medio budistas. Y poco más.
El cine patrio, un mundo por conocer. Mira que yo la he querido ver con buenos ojos, tratando de reirme, pero no. El comienzo está muy bien, con un par de chistes muy buenos que me provocaron la carcajada. Pero conforme el guión se va estabilizando, los chistes pierden interés y no sabes muy bien si te enfrentas a una parodia de las películas americanas de superación en equipo o simplemente es una mala película de ese tipo. Independientemente de esto, la película tiene muy poco. Corbacho hace algo de gracia, sobretodo con su grabadora, Segura hace muy poquita, y el resto del elenco de actores no hace ni media (los legionarios si). Y como no hay desnudos, pues nada.
Resumiendo, floja película de comedia española. Santiago Segura y José Corbacho no garantizan risas, hay que trabajarse algo más las situaciones. ¿O es que no daba para más la historia?
Lo mejor: La escena en que el cielo arde.
Lo peor: Que no es esfuercen en ofrecer un guión con menos fisuras. No muchas, pero las más absurdas.