Sheitan
Sheitan es el nombre persa para Satán. Y también es el nombre del grupo de hip-hop punkorro que escuchan los protagonistas de la película llamada… ‘Sheitan’ (2006), primera incursión en el largo del cortometrajista francés Kim Chapiron que ha contado con unos padrinos de excepción: Vincent Cassel (productor ejecutivo y estrella del show) y Monica Bellucci, nada menos.La película incide en lugares comunes recientes del cine fantástico, y en especial del francófono. Un grupo de jóvenes perdidos en la campiña francesa (en Nochebuena, una vez más) son testigos de bizarros actos perpetrados por los no menos bizarros habitantes del pueblo perdido.
El argumento conviene dejarlo ahí, aunque aquellos que hayan disfrutado ya la más que recomendable ‘Calvaire’ del belga Fabrice Du Welz, ‘La casa de los 1.000 cadáveres’, juguetona ópera prima de Rob Zombie, o cualquiera de las películas del actual ‘number one’ del género, Alexandre AJA, sabrán por dónde van a ir los tiros. Demasiado, quizá.
El hipervitaminado ritmo de ‘Sheitan’ funciona hasta que la sensación de “déjà vu” impide sorprenderse con la historia, que salvo momentos entonados camina hacia la enésima reedición de ‘La matanza de Texas’. La función únicamente se ve animada por la presencia de la sinuosa y totalmente hipnótica Roxane Mesquida, mi descubrimiento particular de toda la película, y sobre todo por un guiñolesco y pasadísimo de vueltas Vincent Cassel. Por lo demás, simplemente correctos los jóvenes “malotes” en peligro, y suficientemente inquietantes los “rednecks” franceses como para dar mal rollo. En cuanto a Arte y Fotografía, nueva muestra francesa de lo que se puede hacer con cuatro duros y talento visual, muy al estilo de los nombrados AJA y Du Welz, aunque a veces peca de “epatante”.
Sin embargo, cuando el film navega hacia la rutina más rutinaria, ese consabido tercer acto de “correcalles” de los slashers adolescentes americanos, Chapiron nos reserva unos cachondos últimos seis minutos que funcionan casi solos, lo cual te hace pensar que A) Los setenta minutos iniciales eran de relleno; y B) Pues mira, tampoco era tan mala, y además es cortita, y además me he divertido.
Por cierto, al igual que ‘Calvaire’, ‘Sheitan’ también viene cargada de simbolismos religiosos, pero menos sutiles. Y podría incluso haber una relectura teológica, por los de siempre, claro. Que dé la cara Monsieur Chapiron si quiere, yo paso. Disfrutable si no la comparas con recientes cumbres del género. Un 6.