A scanner darkly es, fundamentalmente, una película de personajes, que, tras una cortina de humor negro, reflexiona sobre cuestiones tan habituales como la soledad o la prestancia de un código ético unipersonal.
La trama gira alrededor de Bob Arctor (interpretado por el soso de Keanu Reeves, al que el rotoscopio hace un gran favor) un agente antivicio que recibe la misión de espiar a sus propios amigos, consumidores éstos de la droga de moda: la sustancia D. A pesar de albergar serias dudas, Bob accede a infiltrarse en el mundo de los yonkis, muy ligado éste, en el contexto de la peli, a la guerra contra el terrorismo. Al mismo tiempo que la sustancia D se va apoderando de él, Bob se enamorará de una espectacular Donna Hawthorne (aquí el rotoscopio sobra) a la que da vida la cleptómana más famosa de Hollywood, y vivirá mil situaciones –entre cómicas y terroríficas- que van desde el delirio paranoide a la situación más absurda.
Richard Linklater dirige la película con oficio y sabe administrar muy bien las dosis de humor, por lo que en casi ningún momento decae la atención. La idea que sustenta el guión, como siempre cuando hablamos de algo que tenga que ver con Philip K. Dick, es muy original e interesante, con una sorpresa final de las más inquietantes que he podido ver últimamente en el cine.
Un aspecto excelente es el acercamiento al mundo de las drogas. El filme se mofa hasta la extenuación del mundillo del consumo de éstas, tanto de la ridiculez de la lucha contra ellas como de la lamentable autocomplacencia de los consumidores (todo es parodiable, pero esto lo es más, si cabe) Y es aquí donde puede que encontremos el punto fuerte de la peli.
Como factores en contra quizá me sobre el dichoso rotoscopio ¿qué necesidad había? Linklater lo utilizó con éxito (al menos en lo referente a promoción) en su anterior film, Walking life. Pero en esta ocasión me pregunto si la modernilla técnica no se impone como un obstáculo al desarrollo de la cinta.
Aunque, como he dicho anteriormente, los momentos cómicos estén bien administrados, la peli deja la vaga sensación de que podría haber llegado más allá. La espectacular bis cómica de Robert Downey Jr. y Woody Harrelson no está exprimida al máximo, y cada secuencia da la impresión de necesitar otra vuelta de tuerca para quedar perfectamente ajustada. Por otra parte, el relato de Dick quizá no diera para un largometraje (la película es bastante corta) y algunas de sus secuencias parecen estiradas sin necesidad.
Finalmente, y pesar de algunos pequeños detalles en su contra, creo que A scanner darkly es una dignísima y original obra del cine de ciencia ficción actual. En la que, a parte de la moraleja obvia (si te drogas mucho te quedas gilipollas) trasciende una narración de falsas apariencias, ya sean personales o de cualquier otro tipo. ¿Realmente conocemos a la persona que duerme a nuestro lado?
Lo mejor: El planteamiento y la idea de Philip K. Dick
Lo peor: La construcción del guión.