Ratónpolis
Definitivamente no fue lo esperado para mi pequeño crítico. Tal vez el argumento y las conversaciones no fuesen especielamente entendibles para un joven intelecto de a penas 4 añitos.El caso es que se trata de una historia que no sale de la habitual película de aventuras de mi época, llevada al terreno de los dibujos animados en 3D, hechos por ordenador. Una sucesión de acontecimientos demasiado frenética para que los más pequeños sean capaces de seguir el hilo de la película, eso a mi entender. Vamos que la película tenía un ritmo demasiado rápido.
No obstante desde el punto de vista un poco más adulto, reconozco que ver esta película, tal vez, un par de años después, hubiese tenido una mejor puntuación para mi joven crítico. Los giros de “Buscando a Nemo”, las babosas que recreaban los sonidos ambiente de muchas de las escenas, incluso su banda sonora era protagonizado por ellas, son situaciones más que graciosas que los adultos recogemos rápidamente, pero en los más pequeños no tienen el más mínimo efecto.
Por si fuera poco, no fueron los malvados planes del “Sapo” lo que aterró a mi joven crítico, sino el hecho de que la pobre niña, dueña del ratón, se fuese a quedar sin su mascota… – Para entender esta parte de la crítica es necesario ver la película e interpretarla desde la mente del crítico que habla a través de mis letras -.
Así pues en esta ocasión puntuaré tan solo con un regular, dado que, para él, queda superado este filme por “Colegas en el bosque”, “Ant Bully” y “El Corral”. De todos modos, personalmente la recomiendo si lo que se pretende es pasar un entretenido rato con peques de no menos de unos 6 ó 7 años, calculo yo. Aunque las mayores carcajadas las escuché de un adulto que se sentó a mi izquierda.